El Real Betis rozó la gloria durante una hora. Ilusionó a toda su afición y soñó con levantar su primer título continental. Pero el Chelsea, con una segunda parte demoledora, acabó imponiendo su jerarquía, experiencia y pegada para llevarse la final de la Conference League disputada en Breslavia por 1-4.
El conjunto andaluz, dirigido por Manuel Pellegrini, firmó una primera parte para enmarcar. Dominó el ritmo, golpeó primero gracias a un golazo de Abde y contuvo con oficio las embestidas de un Chelsea espeso y previsible. Sin embargo, en la segunda mitad todo cambió. El empuje físico, los errores defensivos y la calidad de los blues hicieron que el sueño verdiblanco se diluyera como un azucarillo.
Un inicio de final con aroma bético
El partido arrancó con una versión valiente y atrevida del Betis. Con Isco moviendo los hilos y Abde encendido en la banda izquierda, los de Pellegrini fueron mejores en los primeros compases. Tras varios avisos, el extremo marroquí aprovechó una brillante asistencia del malagueño para cruzar un disparo inapelable al fondo de la red y poner el 1-0 en el marcador a los 9 minutos.
La primera mitad dejó ocasiones para ambos, pero el Chelsea no lograba encontrarse. Solo algunos destellos de Cole Palmer y llegadas aisladas inquietaron a un Betis bien plantado. Bartra y Natan sostuvieron con firmeza, Sabaly fue un puñal y Adrián respondió con seguridad en cada intervención.
De la ilusión a la pesadilla
Pero el descanso sentó como un jarro de agua fría para el Betis. El Chelsea salió con otra cara tras los cambios de Reece James y Jadon Sancho, y la historia cambió por completo.
En el minuto 65, Enzo Fernández remató de cabeza un centro preciso de Palmer para poner el empate. El golpe fue duro, y los londinenses no levantaron el pie del acelerador. Solo seis minutos después, Jackson, aprovechando un gran centro, hizo el 1-2. La remontada estaba en marcha.
El Betis intentó reaccionar, pero ya era tarde. Jesús Rodríguez perdió un balón en zona comprometida y Sancho, con clase y potencia, colocó el 1-3 que comenzaba a sentenciar el partido. Y para cerrar la faena, en el 92, Caicedo sacó un latigazo desde la frontal que hizo el definitivo 1-4. Cuatro goles en media hora para arrasar el sueño bético.
Un desenlace cruel para un Betis valiente
El equipo verdiblanco, que tuvo el apoyo incluso desde el Benito Villamarín, donde se instaló una pantalla 360º para seguir la final, se queda a las puertas de la gloria. El ambiente en el estadio de Breslavia, con miles de béticos desplazados, fue inolvidable.
Pese al resultado final, el conjunto sevillano ha completado un camino europeo admirable, derrotando a grandes rivales y plantando cara a un gigante como el Chelsea durante buena parte del partido. El título se escapó, pero la imagen y el orgullo permanecen.
El Chelsea, por su parte, corona una gran temporada con el título y logra un billete para la próxima Europa League.