ZARAGOZA | El caso Lluís López no estaba previsto de esta forma. El Real Zaragoza no ha hecho ningún anuncio en contra de lo que se esperaba para hoy. Estas líneas sirven para pedir disculpas: también el que escribe esta pieza pensaba que hoy era el día de su adiós oficial. Y respecto a López, la noticia es que hoy no la hay. El foco del club se centra en el cese de Ireneo de Los Mártires, más oficioso que oficial. O en los sitios de pretemporada, ya confirmados. En el día en el que se despidió Kervin Arriaga, no se ha sabido nada de la marcha formal del catalán. Tampoco de la despedida de Liso y del hondureño o del fin de las cesiones de Adu Ares, Alberto Marí y Enrique Clemente.
El fútbol ofrece cambios de guion y si ningún fichaje puede darse por cerrado antes de tiempo, tampoco las despedidas estaban escritas para hoy. En el caso concreto del catalán, todo lo que se sabe es que mañana Lluís López dejará de tener contrato en vigor con el Real Zaragoza. Y podrá elegir su futuro. El central catalán cuenta con opciones en Segunda División y el interés todavía inicial de algunos equipos en el extranjero. Será él el que elija su próximo destino y el que incluso podría escoger la misma ruta que han marcado las despedidas de Adrián Liso o Kervin Arriaga: decir adiós antes de que lo haga el Real Zaragoza.
108 partidos más tarde y cuatro temporadas después, López dejará de pertenecer al Zaragoza. Algunas de sus mejores virtudes se explicaron a través de un ejercicio de responsabilidad, con su labor de vestuario. Nunca logró convencer a todo el mundo ni acertó en todos sus mensajes, pero sus compañeros apreciaron su compañerismo y su sentido de la responsabilidad. Quizá demasiado irregular para una posición que exige fiabilidad, López dejó claroscuros en su fútbol. Con él todo pareció difícil de explicar: también una despedida que no llegó en el día que todos habíamos previsto.