ZARAGOZA | El Real Zaragoza acaba de hacer oficial el cese de Ireneo de los Mártires. El club ha elegido esa hoja de ruta en el primer día de julio, cuando voces autorizadas anunciaron ayer esa idea. La patente le corresponde a Chesús Santamaría, de Aragón Deporte, que dejó escrita la noticia en su cuenta personal de Twitter. Le siguió El Periódico de Aragón, Heraldo de Aragón y AS en informaciones en la que ya se reflejaba que el club le había comunicado su despido.
Ireneo dejará de ser jefe de los servicios médicos del Real Zaragoza, en un puesto que ocupaba desde hacía seis años. En 2019 tomó el relevo de Honorio Martínez, que había destacado como especialista en medicina deportiva y ocupó el puesto desde 2015. Después de su despido, Martínez pasó por el Numancia y encontró después su lugar en la estructura de la SD Eibar.
El cambio de modelo llegó con De los Mártires, en una transición notable del club, que externalizó sus servicios a la Clínica La Quirón. Ireneo procedía de un camino diferente a la mayoría de sus predecesores en el cargo. Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Zaragoza, su especialidad era y es la Medicina Interna. En los años anteriores a su elección se había encargado del aparato de Urgencias del Estadio de La Romareda, en lo que pareció su mejor plataforma para entrar en la estructura del Real Zaragoza.
Ireneo llegó el año anterior a la pandemia. En este tiempo ha destacado más como un gestor de servicios que como un especialista en medicina deportiva. Los mayores defectos que se le asignan tienen que ver precisamente con ese detalle: no partía como experto en el tratamiento deportivo. Tampoco prescindió de otros trabajos para centrarse únicamente en el Real Zaragoza.
Ireneo de los Mártires, luces y sombras
En los últimos años las lesiones llenaron sus plantillas, con un acento especial entre muchos de los fichajes. Las cifras se acercaron o superaron la treintena de episodios, siempre con un comunicado como signo de alarma. El equipo pareció frágil en el apartado muscular, donde las recaídas fueron especialmente crueles o especialmente constantes.
Algunos de los casos más recordados son las incógnitas que rodearon el fichaje de Sinan Bakis, el tratamiento de la fascitis plantar de Francho Serrano, las recaídas de Mario Soberón y la suma de todos los episodios que ha sufrido Keidi Bare. Señalar únicamente al doctor sería objetivamente injusto, pero el club se planteó su caso y elige un cambio de rumbo, probablemente más próximo a la modernidad, en la medicina y la ciencia deportiva.
En los próximos días activará la elección de un sustituto. Se sospecha que tendrá a su disposición un amplio abanico de candidatos. Entre los ofrecimientos, podría estar un potente grupo médico, integrado en su mayoría por traumatólogos. En ese caso supondría una modificación de la escena: un colectivo y no una única cabeza visible. También se contempla otra opción: la de un grupo especializado en el tratamiento deportivo reconocido en la ciudad. No serán las únicas posibilidades que el Zaragoza llegue a plantearse ni se espera que sean los únicos ofrecimientos explícitos.
De momento, la noticia del momento no se centra en la elección de su sustituto, sino en el adiós de Ireneo de los Mártires. En el cambio de rumbo que inicia el club para la temporada que viene, el Real Zaragoza hace oficial algo que se empezó a escribir ayer: el club cambia la estructura de sus servicios médicos.