ZARAGOZA | El Real Zaragoza presentará su campaña de abonados, tal y como anunció en sus redes sociales. Entre los asuntos centrales de su propuesta, pocos temas han generado tanta polémica como su grada de animación. A estas alturas un Gol de Pie está descartado. Al menos, tal y como se proyectó en un inicio, como se recuerda en La Vieja Romareda, como estaba contemplado también en los pliegos y en los planes iniciales.
La señal de alarma se activó a partir de unas declaraciones de Natalia Chueca, alcaldesa de Zaragoza: “Por motivos de seguridad, no habrá grada de animación, habrá que ver los partidos sentados”. Las palabras de la alcaldesa sorprendieron en el club y cambiaron algunas de las previsiones escritas en los planes de su campaña de abonados. Las frases de Chueca se mantendrán mañana, las proyecciones iniciales del Real Zaragoza no tanto.
A esa idea sería interesante añadir algunos matices. El sintagma clave es “de pie” y no se descarta un camino entre dos aguas. Está por ver si convence al público en general y a los hinchas en particular. Se busca que puedan reunirse en uno de los lugares del estadio, pero se les impedirá vivir el partido en su dinámica habitual. Habrá quién crea que de esa manera no es un fondo de animación. Pero desde luego todo el mundo coincidirá en que no es un gol de pie.
En la campaña se resolverán algunas cuestiones pendientes. Se medirán soluciones complejas como la reubicación de los asientos (el año pasado hubo 24.304 socios y hay disponibles 20.103 en el Estadio Modular), se espera con ansía conocer el precio de las localidades y algunos detalles que llenarán de recuerdos los abonos físicos. Una cosa parece definitiva: en el primer año del Estadio Ibercaja, no habrá un gol de pie como si se proyectó en la última Romareda.