La Segunda División se puso en marcha el pasado 19 de agosto y para el Huesca el camino arrancó con una derrota frente al Numancia en Los Pajaritos. Desde entonces, dos derrotas, dos empates y dos victorias han seguido a ese primer encuentro en Soria, que acabó por 1-0. Los números no hablan de un equipo favorito en la categoría, pero, no obstante, el club oscense está ante la temporada más importante desde que retornase a la categoría de plata.
Después del sexto puesto para el recuerdo y la clasificación para el ‘playoff’ por el ascenso, un aura de ilusión se expandió entre los habituales de El Alcoraz. ¿Hay equipo para repetir una campaña igual? Pese a que el comienzo no sea el más esperanzador del mundo con ocho puntos de 18 posibles, la respuesta es sí. Si hay una competición cambiante esa es la Segunda División, la más larga de todas en el fútbol profesional a nivel nacional. Sus 42 jornadas dificultan que un equipo mantenga la misma regularidad durante todo el campeonato.
Ir de menos a más funciona y el Huesca lo sabe. Ya cuenta con experiencia en la división de plata como para saber que la hora de verdad no llega hasta que la competición encara los dos últimos meses. De hecho, el Huesca atesora, tras seis jornadas, 3 puntos más que la temporada pasada a estas alturas, un total de ocho. Por entonces, nadie contaba con los oscenses para el ‘playoff’ y al final entró en la disputa por una plaza en la Liga Santander.
Los de por aquel entonces Anquela cayeron en ese ‘playoff’, a las primeras de cambio contra el Getafe, ahora en Primera División, por un global de 5-2. El 2-2 de la ida no hacía presagiar el derrumbe en el Coliseum Alfonso Pérez, en donde hay que reconocer que el rival fue superior. Ese viaje a lo desconocido comenzó un 5 de marzo ante el Real Valladolid, el mismo equipo que ha eliminado al Huesca de la Copa del Rey y al que logró ganar el pasado domingo en El Alcoraz por 1-0. Entre marzo y mayo, el Huesca firmó números para soñar con compartir un espacio en las apuestas de fútbol con los grandes de la Liga Santander. Y es que en tres meses solo perdió tres partidos y una de esas derrotas fue la que cosechó en la eliminatoria ante los azulones.
Algunos integrantes de la plantilla de Rubi han llamado al orden. Es el caso de Lluís Sastre. Un hombre que está al corriente de los logros del Huesca en los últimos tiempos. Confía en el grupo y en estar en la parte alta de la tabla al final de temporada. Ya sabe lo que es ascender a Primera División y la trayectoria del Huesca le recuerda a la que vivió con el Leganés en la temporada 2015/16. “En el año del ascenso del Leganés también comenzamos con unos resultados similares a los que estamos consiguiendo ahora”, aseguró el mallorquín. Hizo historia con el bloque madrileño y se ha propuesto repetir hazaña con otro modesto.
Mejorar en defensa fuera de casa, necesidad básica
La rebelión de los pequeños está a la orden del día, con varios conjuntos sin páginas antiguas en Primera recorriendo los estadios con más solera del fútbol español. El Girona siguió hace unos meses el ejemplo del Leganés y al actual formato abre las puertas a que otros lo intenten. La promoción se extiende hasta el sexto clasificado y el Huesca ya sabe lo que es acabar en esa posición. Por delante, quedan todavía 36 etapas para que los de Rubi realicen una remontada tan espectacular como esa segunda vuelta. Ganando los partidos de casa y empatando a domicilio da para moverse en el pelotón de cabeza.
Los puntos están llegando en El Alcoraz porque el Huesca ha superado como local a Lorca y Valladolid y ha firmado las tablas con el Sevilla Atlético. Falta que esa regularidad se haga extensible a los desplazamientos. He aquí el talón de Aquiles del actual Huesca, que todavía está por ganar su primer encuentro lejos de El Alcoraz. La estadística se resume en dos derrotas, ante la Cultural Leonesa y el Numancia, y un empate, contra Osasuna.
A simple vista, se entiende que el Huesca debe mejorar en la parcela defensiva fuera de casa. Con una media de 1.6 tantos cada 90 minutos en contra fuera de su feudo, es difícil seguir el ritmo de los de arriba. En la campaña a superar, los azulgrana terminaron como uno de los conjuntos más destacados en este aspecto. Recibieron 43 tantos y solo Reus (29), Levante (32) y Tenerife (37) encajaron menos compartiendo la cuarta posición con el Getafe. Siempre está la excepción que rompe la regla porque la Cultural, octava, ha recogido el balón del fondo de sus mallas hasta doce veces en 6 jornadas y ahí está.
Conviene tener como referencia la estadística y no los casos aislados. Ésta dice que con algo más de 60 puntos la promoción es un reto factible, mientras que para el ascenso directo se necesitan 70. Las matemáticas no mienten. Con 111 puntos en juego, hay margen de mejora para un vestuario que jugará cada domingo sin la presión social de habituales de Primera, venidos a menos, como el Osasuna, el Valladolid, el Sporting de Gijón, el Rayo Vallecano y sobre todo el Real Zaragoza. El Huesca tiene por delante un calendario complejo y en el que debe demostrar si está capacitado para soñar a lo grande. Octubre viene con curvas porque debe enfrentarse de manera seguida a Rayo, Almería, Sporting, Cádiz y Albacete.
Al margen de mejorar atrás lejos de El Alcoraz, en funciones ofensivas toca un mayor reparto de responsabilidades. Solo ‘Cucho’ Hernández, con dos tantos, y Gonzalo Melero, autor de cuatro goles, han visto puerta entre toda la plantilla de Rubi. ‘Chimy’ Ávila y Álex Gailar son dos de los jugadores que deben afinar la puntería para que el equipo logre tener mayores recursos.