ZARAGOZA | Pocas veces se ha visto cómo un jugador, en tan solo seis meses, ha enamorado a todo el zaragocismo. Kervin Arriaga ha logrado, gracias a su trabajo en el campo y sus continuas muestras de amor al Real Zaragoza, tener a una de las aficiones más exigentes del mundo a sus pies. Pese a la nefasta temporada de los blanquillos, Kervin tenía decidida su continuidad en el club maño. El acuerdo entre entidad y jugador se daba por hecho. Sin embargo, de forma incomprensible, el futuro del hondureño está en el aire. El Real Zaragoza no se puede permitir dejar escapar a uno de los mejores pivotes de la categoría.
¿Qué hubiera pasado si no hubiéramos tenido a Kervin? es una de las preguntas que más se han repetido en La Romareda durante la segunda vuelta del campeonato. El Real Zaragoza jugó su peor fútbol, pero en una plantilla perdida y sin actitud, Kervin Arriaga siempre dio la cara. Fue el guía de un equipo que estaba perdido. Con garra, intensidad y calidad lideró a todo un Real Zaragoza como nadie supo y se convirtió en el favorito de la afición. Hoy en día, no se entiende un mediocampo blanquillo sin Kervin Arriaga.
Además, Kervin no ha parado de mostrar su cariño al Real Zaragoza, ya sea mediante declaraciones ante la prensa o en redes sociales. No obstante, parece ser insuficiente para la entidad maña que, teniendo a su piedra angular asegurada, ha decidido renegociar su contrato a la baja. Esto no ha sentado muy bien al entorno de Kervin, cuyo futuro parece estar lejos del club blanquillo. El Real Zaragoza, que ni siquiera tiene un director deportivo, se enfrenta así a perder a un jugador esencial para los planes de Gabi.
Porque Kervin Arriaga debe ser el ejemplo para los fichajes que el Real Zaragoza acometa este verano. Su entrega desde el día 1 ha sido excepcional, se ha integrado en el club y en la ciudad como el que más y no le ha importado asumir el rol de líder cuando el equipo más lo necesitó. Esas son cualidades que no se observan muy a menudo en este Real Zaragoza. Por ello es incomprensible que, desde los despachos, el club ponga trabas a su continuidad. El Real Zaragoza no puede permitirse otra temporada como la que acabamos de dejar atrás. Kervin Arriaga debe seguir siendo el guía que nos lleve a un futuro brillante.