ZARAGOZA | Gabi Fernández siempre calibró cada duelo como un partido único, pero afronta el partido del domingo como la final de todas sus finales. Enfrente estará un rival mermado por las bajas, pero que presentará en La Romareda un once competitivo, que mantendrá a sus mejores futbolistas. El técnico debe cambiar el rostro que su equipo ofreció ante el Levante, volver a ser fiable, uno solo en el césped de La Romareda.
Las amenazas de la SD Huesca
Si mira en el otro lado del espejo debe vigilar algunos secretos que ya han dejado de serlo. Atar a un velocista como Soko, limitar el fútbol cerebral de Óscar Sielva, guardar la potencia de Kortajarena y construir una jaula para Gerard Valentín. Y debe afinar en el juego, ser ambicioso y protagonista, pegar primero ante un equipo que tiene un plan, pero cuyo mayor defecto reside en su capacidad de respuesta.
Gabi Fernández y un crucigrama en la zaga
Con Bernardo Vital sancionado, a la espera de un recurso que no prosperará, Gabi debe deshojar su margarita. En el perfil diestro, Calero le ganaría el pulso a Marcos Luna. Se espera que Francho Serrano, que destacó como lateral de circunstancias, pueda actuar unos metros por delante, como un volante de largo recorrido. Una de las dudas más esenciales que coteja Gabi está en el centro de la zaga. Kervin Arriaga no puede faltar en el equipo, pero su capacidad para imponerse en los duelos le da opciones de volver a la zaga. Lluís López se apuntó para el duelo, ya sea durante 30 minutos o los 90. Dos meses después de una lesión muscular severa, está por ver si Gabi elige enfrentarle ante jugadores que disfrutan de las carreras.
Jair Amador, habitual en los derbis, firmó ante el Levante uno de los peores partidos de su carrera. Y lo hizo dos semanas después de completar uno de los mejores que se le recuerdan en La Romareda, frente al Mirandés. Irregular en una posición que exige todo lo contrario, su titularidad no parece en tela de juicio. Tampoco la de Raúl Guti, que busca mejorar su ritmo y prolongar su liderazgo. Está por ver quién le acompaña en el centro del escenario: si Kervin Arriaga puede ocupar ese lugar y no la zaga y si Toni Moya puede ser el jugador que nunca ha sido.
Las vías de ataque
En las alas y el ataque, Gabi Fernández tiene muchas vías abiertas. Pau Sans tiene ahora el descaro que el curso pasado fue de Liso. Bloqueado el chico del Burgo, Adu Ares ha mejorado en los últimos duelos. El extremo debe cambiar una tendencia y jugar dos veces bien en la misma temporada. De Aketxe se espera un fogonazo, aunque ahora mismo se contempla más que pueda ser desde el banquillo que desde el once.
Arriba, debe decidirse quién es el acompañante de Soberón, con dos puestos para tres vacantes. Con Alberto Marí descartado por su rendimiento, se busca a Samed Bazdar y la inspiración que tuvo con Víctor. Dani Gómez permanece como un expediente y no se descarta que Pau forme con Soberón la dupla más deseada.
Gabi Fernández y una elección estratégica
Una apuesta queda por resolver y servirá para medir la voluntad de Gabi Fernández en el inicio del encuentro. El técnico debe elegir entre Dani Tasende y Enrique Clemente en el lateral izquierdo. Si escoge al gallego, buscará su improvisación, un juego menos riguroso, pero lleno de intención. Si opta por Clemente u otra de las opciones que hay en su baraja (incluso un doble lateral) buscará protegerse, encajonar un regate tan definitivo como el de Gerard Valentín.
Ante el partido más importante del curso y una de las citas esenciales para la salvación, Gabi Fernández busca resolver un crucigrama. Espera además ofrecer ocho días más tarde la otra cara de la moneda, un rostro competitivo y sumar el segundo triunfo contra los miedos, una victoria en el día del fútbol aragonés.