Esa reunión tiene como objetivo dar viabilidad al club. El primer paso será seguir escrupulosamente el plan marcado por la auditoría externa que pidió la entidad y que obliga a reducir de 2.285.000 a 1.200.000 (aproximadamente) los sueldos no deportivos. Entre 700.000 euros y un millón es la cifra que maneja el Consejo y que tuvo como primera medida la de despedir a Manolo Torres de su cargo de presidente.
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En la tarde del lunes habrá una rueda de prensa en la que el consejo de administración pondrá en conocimiento de la afición del Huesca las medidas tomadas. Al tanto de todos estos movimientos estará José Antonio Martín Otín, `Petón´, como presidente de la Fundación Alcoraz, que es la máxima accionista del club. En esa comparecencia también podría estar él, pero su presencia no está confirmada.
Los despidos caerán en cascada y demostrarán que la salida de Manolo Torres solo corresponde al primero de una larga cadena. En la plantilla no deportiva hay 39 trabajadores y entre ellos se reparten 2.285.000 euros. Doce en scouting, materiales e instalaciones. Siete entre tienda y cocineros. Y 20 entre oficinas y resto de departamentos. En total, la entidad tiene 116 trabajadores, de los que 28 pertenecían a la plantilla deportiva inscribible durante la temporada 22/23.
Precedentes a lo que se vivirá este lunes en el Huesca
El 8 de julio del 2015, el club se levantó con las salidas de Raúl Ojeda, que era el gerente, y Luis Helguera, el director deportivo. Además, sus despidos dejaron tocados a Fernando Losfablos, que acabó saliendo al final de esa temporada, y a Tevenet, que era el entrenador que había logrado el ascenso a Segunda unos días antes. Desde ese día, Josete Ortas ocupó el puesto de director general del club. Ni la Operación OIKOS provocó un terremoto tan importante como el de julio del 2015… agua de borrajas comparado a lo que se viene por delante el lunes en el Huesca.
