HUESCA | El Peñas Oscenses firmó una de las grandes gestas de esta primera ronda de la Copa Diputación de Huesca. En el San Jorge Stadium, y ante la presencia de más de 300 espectadores, el conjunto local remontó un 0-2 adverso ante el CD Robres en un final absolutamente vibrante. Lo que parecía una derrota segura se convirtió, en apenas cinco minutos, en una victoria de las que hacen afición.
Desde el primer minuto, el Peñas mostró ambición, ritmo y control del juego. Las ocasiones no tardaron en llegar, pero el equipo se encontró con un portero rival muy inspirado, que desbarató varias oportunidades claras con intervenciones de mérito.
Como suele ocurrir, el que perdona lo paga. En una contra rápida al borde del descanso, el Robres abrió el marcador con el 0-1, en su primer acercamiento serio. Un tanto que cayó como un jarro de agua fría para los locales.
Gol en propia puerta y cuesta arriba
En la segunda parte, el guion se mantuvo. El Peñas llevó la iniciativa, pero fue el Robres quien volvió a golpear. En el minuto 50, un saque de falta desde el centro del campo acabó con un gol en propia puerta, que puso el 0-2 y dejó helado al San Jorge.
Pese al mazazo, el Peñas no se rindió. En el 60’, logró recortar distancias con el 1-2, un tanto que encendió a la grada y devolvió el oxígeno al equipo.
El milagro: dos goles en tres minutos
El tramo final fue una batalla constante. El Robres se encerró en un bloque medio-bajo, tratando de resistir las embestidas locales. Aunque faltaba claridad en los últimos metros, el Peñas siguió empujando hasta encontrar el premio.
En el minuto 88, un córner acabó en un barullo en el área y el balón terminó dentro de la portería. El 2-2 desató el delirio en el estadio, pero el cuento aún no había terminado.
Apenas dos minutos después, en el 90′, llegó la obra maestra: una falta directa perfectamente ejecutada por el Peñas se coló en la red para sellar el 3-2 definitivo. Una remontada épica que clasificó al equipo a la siguiente ronda de la Copa DPH.
Un lunar innecesario
La única nota negativa del partido fue la expulsión de un jugador peñista, tras un intercambio de empujones con varios rivales. Una acción evitable que no debe ensombrecer la gesta protagonizada por el equipo local.