Terminó la temporada de forma amarga para el campeón de liga aragonesa. Tras una excelente temporada regular, con una única derrota teniendo ya el campeonato asegurado, el Quebrantahuesos afrontó la fase de ascenso con ilusión y constancia en los entrenamientos. La falta de experiencia y la larga competición pasaron factura a un club que en sus 5 años de vida ya ha ganado dos títulos y ha competido en dos fases de ascenso a la segunda división nacional.
Con un marcador adverso, el club oscense se desplazó a las Islas Baleares con la idea de centrarse y combatir en el primer punto del partido. Quitarse la presión, disfrutar del encuentro y sobre todo combatir por cada centímetro del campo. Con un calor asfixiante y una afición local entregada al máximo para con su equipo, comenzó el encuentro. Los jugadores locales, conscientes de que no debían dar el menor símbolo de debilidad salieron con un único objetivo el de ensayar el primero. Fruto de ese ahínco, los primeros 15 minutos se disputaron cerca de la zona de ensayo visitante pero ahí es dónde el conjunto altoaragonés sacó su pundonor para evitar las acometidas rivales. Pese a realizar una defensa férrea, la concentración disminuyó dando lugar a numerosos golpes de castigo y fallos en el placaje.