El centrocampista nacido en Tarragona es un jugador de calidad. Cuidadoso en el tacto con el balón y de una capacidad asociativa superior para la categoría. Además, su capacidad de llegada a área sumado a la facilidad combinativa que le supone tener ese talento hacen de Eugeni Valderrama un refuerzo de mucho nivel. Si es que le apetece. Por cualidades tácticas y técnicas es un jugador que podría estar en plantillas de un nivel mayor al que hoy en día tiene el Real Zaragoza. Pero su falta de carácter le ha llevado a no dar ese salto de nivel que se esperaba tras una gran campaña en esta misma categoría hace varias temporadas.
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El momento de Eugeni Valderrama
Este es el momento y lugar para dar un salto clave en su carrera o estancarse de manera definitiva. Por capacidad no será, ya que talento le sobra. Desborda capacidad para ser el mejor jugador de esta plantilla. Incluso uno de los mejores de la categoría. Ya lo demostró en su año en Albacete, donde realizó una gran temporada que le situó entre los jugadores con mayor proyección de la categoría. De hecho, su equipo estuvo realmente cerca de lograr el ascenso a Primera División. A ello contribuyó Eugeni Valderrama, que alcanzó unas cifras de escándalo: ocho goles en 36 partidos siendo centrocampista.
Pero la llegada y el desparpajo que tuvo aquel año no lo ha vuelto a mostrar. Se ha convertido en las dos últimas temporadas en un jugador apático y con poco ritmo. De hecho, en la SD Huesca fue una de las caras más oscuras, sin llegar a aprovechar la oportunidad que le otorgó el conjunto altoaragonés en la máxima categoría del fútbol español. Los jugadores calientes son los que suelen triunfar en una plaza difícil como Zaragoza. Mucho más estando en la situación en la que está el club y sabiendo el enfado que tiene la afición con sus dirigentes. La preocupación dentro de la dirección deportiva es máxima, porque no se ha llegado al mercado de invierno con buenas sensaciones.
Ahora, llega Eugeni a Zaragoza tras una etapa en blanco en el fútbol portugués, del que no ha vuelto con el mejor sabor de boca. Llega a su oportunidad de oro. A un equipo que está falto de calidad y que necesita talento. pero que también necesita compromiso y derroche, algo por lo que ha sido criticado el nuevo jugador en ocasiones. Pero da igual. Es tiempo de olvidar. Es el momento para reaccionar. Demostrar o morir.
