La situación de cada uno de los cuatro cedidos se explica a través de la variedad en sus contextos futbolísticos. El rendimiento tanto de Clemente como de Marí se ubicó en un punto muy lejano al esperado. Sin demasiadas aportaciones positivas, el fútbol de ambos se redujo a momentos concretos, lugares diferentes de la turbulenta escena zaragocista. El caso de Adu Ares es similar en muchos puntos, pero su desenlace marcó la diferencia con respecto al rendimiento de sus compañeros. Antes de la llegada de Gabi, Adu parecía un caso perdido. No obstante, en el último tramo de la temporada, el ’20’ reflejó sus mayores virtudes y dejó destellos de aquel futbolista que todos querían ver.
⚽️🦁 Fantasmas de agosto. Analizamos el Real Zaragoza (1-3) Andorra en Palmadas al Viento
Por otro lado, Kervin Arriaga enmarca la marcha más dolorosa. Fundamental desde su llegada, las partes involucradas no llegaron a encontrar un punto de acuerdo para la continuidad del hondureño, cuyo destino será, si nada se tuerce, el Levante UD. De esta manera, el Real Zaragoza y Arriaga ponen fin al primero de los recurrentes culebrones veraniegos, marcado por el constante tira y afloja entre los involucrados.
Pese a que su contrato expiró el pasado 30 de junio, el conjunto aragonés no se ha pronunciado con respecto a la situación de Lluís López, por lo que el futuro del defensor continúa en el aire. Con diferentes opciones a valorar, los tiempos del mercado determinarán el devenir del capitán zaragocista.