ZARAGOZA| Tan solo hubo una buena noticia el domingo pasado en Ipurúa. Sinan Bakis volvió a vestirse de corto tras superar la meniscopatía de su rodilla derecha que le lleva pasando factura desde su periplo en Andorra. Sustituyó a Mouriño a falta de algo más de diez minutos para sumar efectivos en ataque e intentar empatar el partido, pero apenas entró en contacto con el balón. El delantero turco no venía ofreciendo un gran nivel en las primeras jornadas ligueras y cuando parecía que tan solo un gol haría de él el jugador que siempre fue recayó de su lesión.