ZARAGOZA | Cayó el telón del mercado de Txema Indias y el fútbol dictará sentencia. Lo hizo en una jornada frenética, en la que algunas noticias no fueron para siempre y en la que el Real Zaragoza registró cuatro incorporaciones: Esteban Andrada, Kenan Kodro, Paul Akouokou y Martín Aguirregabiria en la recta final. Indias alcanzó con Akouokou su pieza más deseada, trabajada en el tiempo, estratégica en su plantilla. Quiso más piernas que pies, músculo para sus batallas. Y esa idea la secundó Gabi Fernández, en un fichaje en el que los dos se han involucrado.
El laberinto de la portería trajo antes a Esteban Andrada, que completará la portería con dos perfiles muy distintos. Andrada representa los reflejos, la veteranía y el sentido del espectáculo; Adrián Rodríguez la envergadura y las promesas. Sin billete quedó Dani Cárdenas, que hizo casi todo lo que puede hacer un futbolista que está en un club para jugar en otro. Martín Presa dejó en visto al Zaragoza e Indias activó una operación aparcada. Quizá alertado también por el síndrome de Andrés Fernández, el mayor revés que recibió Indias en sus primeros pasos. El último llegó con Sinan Bakis y eso es otra historia y casi merece capítulo aparte.
⚽️🦁 ¡Así vivimos el cierre de mercado del Real Zaragoza!
Para cubrir su hueco llegó Kenan Kodro: un jugador de área, que conoce el oficio más viejo de este juego. Rematador puro, tiene envergadura y olfato. No era el delantero esperado, pero sí uno diferente a todos los que había. Maneja el arte del rechace y su fútbol se explica a través de un intangible: el sentido de la ocasión. Nunca será fino ni especialmente estético, pero ha marcado goles en todas sus estaciones de paso. Además, ha superado la barrera de los 300 partidos. En esas mismas cifras se mueve Martín Aguirregabiria, que fue el cierre de Indias a sus operaciones. Lateral de perfil físico, disciplinado, con mil batallas en sus botas. En su fichaje no habrá portadas, pero sí un valor especial para todos los entrenadores. El que tienen los modestos en este juego.
El primer mercado de Txema Indias en el Real Zaragoza
Txema Indias esperó para cumplir el mismo patrón que guió su modelo: futbolistas hechos a la medida de la categoría, sin temblores en el escenario. En sus 12 fichajes hubo voluntades secretas y públicas, con Valery Fernández y Paul Akouokou como sus apuestas más personales. En Sebas Moyano y Paulino de la Fuente encontró talento y desequilibrio. En Carlos Pomares, Pablo Insua, Aleksandar Radovanovic y Alberto Tachi buscó oficio y defensa de área. Pero ante el vértigo del último día, con unas expectativas difíciles de colmar, Txema Indias eligió más los complementos que la ropa de gala.
El director deportivo superó la treintena de movimientos en su primer mercado, con 12 entradas (una más si se incluye a Juan Sebastián) y 19 salidas (si se cuentan cedidos y jugadores que caminaban entre el filial y el primer equipo). No era fácil maniobrar en ese contexto y en el apartado de las marchas, encontró recursos más populares y otros más dolorosos. Por reducir el argumento a la base, la salida de Ager Aketxe podría acercarse a lo primero y la de Marcos Luna a lo segundo.
Producen lástima y asombro las dos cosas. Aketxe no fue en Zaragoza lo que sí había sido con otras camisetas. El plan del club con Luna tropezó con el de Gabi Fernández. Txema Indias gestionó su mercado y deshizo el último verano de Cordero: con Joan Femenías, Bernardo Vital, Iván Calero, Ager Aketxe, Adu Ares y Alberto Marí como ejemplos. Y tuvo que administrar una herencia compleja, que se envenenó con Sinan Bakis por encima de todas las cosas. Su laberinto nunca termina.
A Indias se le atribuirán virtudes y defectos. Maniobró en espacios reducidos, ganó mucho poder en la segunda línea y llenó de experiencia a su plantilla. Pero dejó dos lagunas pendientes, también dolorosas y recurrentes: el centro de la defensa y un perfil creativo en la media. Su mercado se describe con un término que ya hemos escuchado antes: incompleto. Y a su favor hay una ley que siempre gobierna este juego. Todo lo que ayer se proyectó en los despachos, mañana se decidirá en el césped.