HUESCA | “Espíritu de equipo, una generación irrepetible” es el nombre de una exposición que rinde homenaje a los primeros himalayistas aragoneses, que entre 1977 y 1995, entre el Ausangate de los Andes peruanos y el K2 en el Karakorum, forjaron una amistad inquebrantable, rieron y lloraron, disfrutaron y sufrieron por su pasión por la montaña y por las grandes montañas. ‘Espíritu de equipo, una generación irrepetible’ muestra en imágenes y textos, en el Palacio de Villahermosa de Huesca, casi 20 años de un gran entusiasmo.