Hoy Indias escoge un paso sorprendente, justo cuando ya había superado todas las líneas de resistencia para cerrar su mayor objetivo en la portería: Dani Cárdenas. Esas líneas tienen un nombre propio, el del mandamás del Rayo Vallecano, Martín Presa. El acuerdo parecía escrito, en un esfuerzo total de Cárdenas, involucrado de manera personal en su cesión. El fútbol le devuelve un revés inesperado, también inmerecido. Quizá motivado también por un detalle fundamental. Txema Indias creyó que la evasión de Martín Presa valía más que la palabra de Íñigo Pérez.
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Ignorado en tramos de la negociación por Presa, Cárdenas se sintió cautivo e Indias no perdió el tiempo. Estableció contacto directo con Monterrey y anuló el movimiento que Andrada había escogido hacia Arabia, hacia Al-Najima. La propuesta del Zaragoza cambió los planes del portero argentino, asentado en el fútbol mexicano desde 2021. El meta de 34 años se formó en las inferiores de Lanús y pasó por Arsenal y Boca Juniors antes de hacer carrera en la liga azteca.
Allí ha quedado como un portero espectacular en todos los casos, lleno de reflejos, al que le acompaña también una sombra poderosa. Su carrera tiene tantas paradas imposibles como errores difíciles de explicar. Indias, en su apuesta, revisa la cara A de su recorrido, sus cerca de 370 partidos jugados en el fútbol profesional, su participación en el Mundialito de Clubes, también su nombre internacional. Llegará a Zaragoza en la fase final de su recuperación, operado recientemente de una bursitis en el codo. La experiencia no solo le ayudará al Zaragoza, sino que le permitirá crecer a Adrián Rodríguez, que ha demostrado ser en tres partidos ser ya un portero de verdad.
El movimiento de piezas deja en desamparo a Cárdenas, que hizo casi todo lo que se puede desde un club para cambiar a otro. Todo indica que se quedará en Vallecas, donde siempre fue querido y apreciado, pero nunca pudo volar. El Zaragoza elige en su puesto a una alternativa, a Esteban Andrada, que representa un perfil antagónico, con años de fútbol a sus espaldas y un viaje a España que pensó que ya no iba a dar.
