ZARAGOZA | Lo que todo empezó con una sonrisa de oreja a oreja y una ilusión digna de un sueño se acabó tornando en llantos e impotencia tras caer, ayer domingo, en la final ante Bélgica (65-67). Es lo que tienen las grandes competiciones internacionales como un EuroBasket. No hay red debajo de la cuerda floja, y menos ante una selección del calibre de Bélgica, que atesora una plantilla tan buena tanto en el apartado técnico-táctico como en el mental, además de una gran experiencia, amén de jugadoras del talento individual de Allemand, Meesseman o Linskens, todas ellas más que conocidas en Europa y en sus clubs, en los que son un auténtico estandarte.
Sin embargo, ahí estaban las nuestras. Con la bandana de guerra y el cuchillo entre los dientes, decididas a tirar la casa por la ventana y dar una nueva campanada como ya lo hicieron ante Francia en las semifinales, cuando también eran a priori inferiores sobre el papel. Entre las 12 guerreras, se encontraban dos que el público zaragozano conoce, y muy bien: Mariona Ortiz y Helena Pueyo, base y capitana y escolta del Casademont Zaragoza respectivamente.
La base acabó el EuroBasket con una media de 5,3 puntos, 4,3 rebotes, 4,8 asistencias y 1,3 robos para 10,2 créditos de valoración, otorgándole la organización tras la final el premio a Mejor Jugadora Defensiva de la competición. Mariona también fue la jugadora española que más minutos estuvo en pista con 26:20, siendo la brújula total del combinado español.
En el caso de Helena Pueyo, este torneo ha marcado un antes y un después en su carrera como jugadora. Ya comentó en una entrevista pasada en la víspera del EuroBasket para este medio que entrar dentro del roster y jugarlo era todo un sueño, y se ha encargado de dejar claro que estas declaraciones solamente eran un aviso para navegantes. Y es que la polivalente jugadora rojilla acabó el torneo con 11,5 unidades valorativas tras promediar 7,8 puntos, 2 rebotes, 1,5 asistencias y hasta 1,8 robos por partido en los 18:30 que Méndez la solía mantener en pista, y a pesar de perderse dos de los seis por problemas en la espalda. Difícil hacer más con menos.

Por tirar un poco de carrete, el mejor partido de Mariona fue, estadísticamente, el primero, ante Gran Bretaña (70-85) con 18 créditos de valoración, 8 puntos, 5 rebotes, hasta 7 inapelables asistencias y 3 robos en 27 minutos. También brilló frente a Suecia con 12 unidades por sus 7 puntos, 6 rebotes, 2 asistencias y 2 robos en 32 minutos. En el caso de Pueyo, la escolta del Casademont también fue un tormento para las inglesas con 18 créditos, siendo la mejor del partido junto a Mariona, tras sus 9 puntos, un rebote, 4 asistencias y hasta 4 robos en los 20 que jugó.
Con todo ello, ambas han cuajado un gran torneo. De hecho, desde su actitud se puede explicar el éxito de una España que llegaba a este EuroBasket de tapada, en un periodo que parecía de transición, pero que se encargó de demostrar que si la calidad y el talento acompañan, pocas cosas -o ninguna- hay imposibles.

Sin embargo, la realidad es que el mazazo contra Bélgica no se cura con frases a modo de tiritas, ni refranes en forma de gasas. La derrota dolió como una cuchillada por la espalda, pues a falta de cuatro minutos y con el +12 en el luminoso, se tiró por tierra el que habría sido el quinto campeonato continental y el primero de muchas.
Ese caos defensivo tildado incluso de anárquico, unido a la mala gestión tanto en el banquillo como en la pista tuvo su colofón final en un balón perdido entre Mariona Ortiz y Alba Torrens, dos de las más veteranas del equipo, a falta de 8 segundo que dio en bandeja de plata -y nunca mejor dicho- el triunfo al cuadro belga. Demoledor. No obstante, el 0-14 de parcial ya era la crónica de una muerte anunciada. Con Bélgica desatada y físicamente por encima, el único aliado de España era el reloj. Solo quedaba resistir y esperar que el final llegara antes de que el derrumbe fuera total. Cosa que no pasó.
En contraste, y mirando al mañana, hasta ocho jugadoras se colgaron su primera medalla con la absoluta, siendo debutantes y eso no es sino un buen síntoma de que el futuro, con efectivos como Fam, Pueyo, Ayuso, Martín y compañía está asegurado, pero también el presente con el talento de Mariona, Torrens o Vilaró. Con todo ello, el recorrido de España no fue sencillo. Primero venció a Gran Bretaña (70-85), posteriormente al local Alemania por 79-60 para acabar la fase de grupos ganando a Suecia por 75-78. En cuartos ganó a la siempre compleja República Checa de Holesinska (88-81) y en la final apretó los dientes ante Francia (64-65). En este último partido, el combinado español fue prácticamente mejor en todo que el belga durante 36 minutos, pero los últimos cuatro… pasaron factura.
¿Llegarán tiempos mejores para la selección? Seguro. Y eso ya es decir mucho tras ser subcampeonas del EuroBasket. Además, para conocer las mieles de la victoria tienes que saber qué significa perder. Cuatro minutos malos no pueden ensombrecer una gesta de casi dos semanas. La derrota dolió, sí. Pero el futuro se escribe con nombres propios… y muchas ya han empezado a firmarlo.