ZARAGOZA | El Real Zaragoza prepara mañana a las 13:00 h una comparecencia de prensa que servirá para evaluar la temporada. Fernando López tomará la palabra y se espera una lectura crítica de un curso doloroso, que se explica a través del más sonado de los fracasos. “Ya es hora de quitarnos la careta, el ascenso es el primer objetivo”, dijo López en el inicio de curso.
Lo hizo en un acto en el que llegó a presentar un tema para la temporada, una buena canción de DobleZero que se fue olvidando a medida que se perdieron las victorias. Lo verdaderamente llamativo de aquella intervención fue una comparación que no todo el mundo recuerda. La idea del motivo llegó por inspiración de Los Bulls de Michael Jordan y su The Last Dance. No hace falta decir que en el futuro Fernando López debe buscar ejemplos más accesibles y que las comparaciones son odiosas.
La última vez de Fernando López ante los micrófonos llegó en la presentación de Gabi Fernández. No se le vio cómodo. Leyó su discurso y cometió un lapsus que cuesta olvidar. Ya saben, La Romerada. Ese nerviosismo se entendió a través de una posición frágil, poco feliz ante los medios, pero especialmente afectado por la deriva de la temporada. Su figura se ha dañado en solo un curso, donde incluso ha quedado mal parado en sus propias iniciativas. Los RZ Contigo sirven como ejemplo.
Si una declaración de Ramírez incendió la ciudad ante 300 asistentes, un foro más reducido escuchó por primera vez un eslogan torpe, viralmente rechazado por el público: “Es posible, es Zaragoza”. A ese estribillo le siguió una pancarta que acompañará la demolición de La Romareda. Una tragedia. Mientras tanto, el club queda pendiente de su próxima decisión y se debate entre dos arquitectos: Txema Indias o Chema Aragón, esa es la cuestión. Sin saber si su intervención servirá para apagar el fuego o provocar un incendio, Fernando López volverá a ser la voz de la propiedad mañana.