ZARAGOZA | Fernando López tomó la palabra para hacer balance de la situación del Real Zaragoza. El director general anunció cambios próximamente: “Estamos en la recta final de las negociaciones por el nuevo director deportivo. Espero compartir el nombre en las próximas 24 o 48 horas”. Sin paños calientes, eligió un discurso tajante para valorar el curso 24/25: “El año ha sido muy malo. Tenemos que aceptar las críticas, saber dónde estamos, responsabilizarnos y tomar decisiones para cambiar esta situación. El club tiene problemas estructurales profundos que necesitamos arreglar. Hasta que no se arreglen, será difícil pelear por otros objetivos”.
La postrera permanencia del Real Zaragoza ha lastrado la búsqueda del director deportivo: «La principal dificultad para tener DD es la incertidumbre deportiva. En cualquier conversación, era el principal motivo con los candidatos”. Fernando López sentó las bases del club que viene: “Debemos recuperar la esencia del Real Zaragoza. Nos falta estructura y estabilidad para lograr los objetivos. Iniciamos una reestructuración en todas las áreas. Vamos a cambiar todo lo que haga falta para tener unos cimientos sólidos. La gestión financiera es buena, pero fallamos en el resto de ámbitos”.
Autocrítico de principio a fin, admitió errores propios: «El desconocimiento de la situación del club nos ha podido perjudicar. El club ha pasado por distintas manos en 10 años y sigue en situación muy vulnerable. La estructura está debilitada”. Aunque dejó para el próximo director deportivo la continuidad de Gabi en el banquillo, se mostró agradecido con el entrenador: “Vino en un momento de máxima dificultad, con valentía y coraje. Logró darle la vuelta a la situación”.
Una campaña de abonados y una disculpa
Fernando López emplazó para final de mes la campaña de abonados: “Estamos haciendo traslados de servidores al estadio modular y trabajando en una tecnología para que cada abonado pueda ver el asiento”. Igualmente, fue claro con el papel del Atlético de Madrid en el Real Zaragoza: “La relación es muy buena. He estado 9 años trabajando ahí. El papel de Carlos Bucero es el mismo que cualquier otro club profesional, con quien tenemos conversaciones para cometer el menor número de errores. Las decisiones del Real Zaragoza se toman en la calle Eduardo Ibarra«.
El director general pidió disculpas por la pancarta ‘Es posible, es Zaragoza’ que todavía luce en La Romareda: “Se hizo con el ánimo de unir y salir, y generó lo contrario. Se recogió el testigo de la despedida de Cristian para cambiar la mala dinámica. Pensé que estaba bien entendida, pero parece que no”. En su diagnóstico, lo primero es recuperar el arraigo: “Se ha perdido identidad. Es normal dada la situación del club y el paso de 12 años con distintos propietarios y modelos de gestión. Hay una generación joven que solo ha conocido al club en Segunda«.
Una afirmación y dos piedras angulares
Fernando López reafirmó que “el Real Zaragoza es totalmente autónomo” mientras aclaró la influencia de Mariano Aguilar en el club: “Los miembros del Consejo de Administración tienen diferentes roles. Tenemos distintos perfiles que pueden apoyar al club. Mariano y Emilio Cruz, por su experiencia deportiva, nos dan apoyo y consejo. Mariano ha tomado el papel de consultor y consejero para tomar las mejores decisiones».
La renovación de Francho fue la primera piedra de la temporada 25/26: “La negociación la inició Cordero y estaba muy avanzada. Solo hemos continuado esas conversaciones”. La segunda, sin embargo, pasa por el fichaje de Arriaga: “Debemos esperar al director deportivo. Tenemos una opción de compra y conversaciones activas para mantener viva la operación”.
Las lesiones, un problema recurrente
Destacó que el club ha hecho un análisis de los problemas con las lesiones: “Sería injusto señalar un factor. La Ciudad Deportiva necesita una remodelación extensa. La poca estabilidad, los cambios de entrenadores y metodología no ayudan a los jugadores. Vamos a poner todos los medios para tener un proyecto estable, con reformas para minimizar las lesiones«.
Hubo tiempo para aclarar el retraso del pago a La Nueva Romareda: “Se hizo un pacto de socios con Gobierno y Ayuntamiento. Al principio no estaba el estadio modular. El proyecto ha evolucionado y los plazos han cambiado. Todo eso ha obligado a reformular el pacto y replanificar las aportaciones”. Y también para aclarar que nunca ha pensado en marcharse: “He venido aquí con el objetivo de devolver al Real Zaragoza a Primera. Voy a hacer todo lo que tengamos para conseguirlo, de forma honrada y responsable. El Consejo está dando luz verde a todos los planes y reformas. Es cuestión de tiempo».