El 'biker' de Riglos participa este fin de semana en Suiza, tras las buenas sensaciones que le ha dejado su participación en el mediático descenso de Alpe d'Huez
Gabri Torralba en uno de los tramos de la Copa del Mundo celebrada en Comblux (Francia) con su e-bike. Foto: Cedida
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HUESCA | Si las sensaciones son importantes para cualquier deportista, Gabri Torralba se encuentra en un momento óptimo. Recibe la llamada de sportaragon.com en Bellwald (Suiza) donde se prepara para competir este fin de semana en una nueva prueba de la Copa del Mundo de Enduro. Y, por si fuera poco, con doble ración: el sábado lo hará sobre una bici normal, de las de tirar de músculo, y el domingo con la eléctrica. Será su quinta prueba de este calendario y completará tres semanas fuera de casa.
El ‘biker’ de Riglos reconoce que viene de un año duro. Eso significa que los puestos conseguidos no eran los más esperados. Y el Campeonato de España celebrado en Castejón de Sos sirvió para cambiar la dinámica. Llegó mellado por una caída anterior y con el objetivo de subir a lo más alto del cajón. Sobre todo porque correr en casa le encanta y Puro Pirineo es uno de esos territorios que le enganchan. No alcanzó el primer puesto, pero sí el tercero.
Un bronce que le sirvió, quizá, para romper la mala racha pese a que peleó por el oro. En Francia, en la cuarta prueba de la Copa del Mundo de Enduro celebrada sobre sendas de Comblux ya se sintió mejor y cerró su participación en el puesto 27. «Sentirme rápido y con confianza», señala Torralba, era importante y empezó a certificar que salía del bache.
Y el pasado fin de semana toco la mediática Megavalanche. Una prueba que saltó a la fama ya que es de esas carreras difíciles de definir en palabras. Es brutal ver a un montón de ‘bikers’ enfilar hacia la meta en un descenso diabólico sobre la nieve. En esta ocasión hubo una importante variante en Alpe d’Huez, el escenario de tan singular carrera. Apareció la lluvia y eso obligó a modificar la prueba. Se partió desde el glaciar y Gabri Torralba firmó la sexta posición con la e-bike y séptima con la muscular. «Quedé supercontento. Es cierto que no es una prueba de Copa del Mundo, aunque participa gente de primerísimo nivel y las sensaciones fueron muy buenas», dice el de Riglos que este fin de semana buscará buenos puestos en Bellwald.
