Gaëtan Poussin fue otro de los nombres propios que dejó la victoria del Real Zaragoza en Ferrol. Espectador durante 89 minutos, volvió a elegir la suerte que marca su temporada en el único momento que tuvo que intervenir para despejar los fantasmas de sus últimos partidos. Aunque no sirvió para evitar el tanto de Señé, el portero francés detuvo su cuarto penalti del curso, el quinto de siete si contamos el que le anularon en Burgos por no pisar la línea con al menos uno de los dos pies.
Portero de contrastes, su año combina acciones extraordinarias y fallos que no se explican, hasta un gol en un momento crítico ante la SD Eibar. Sin embargo, Poussin ha encontrado una suerte para hacer pie y cambiarlo casi todo, sobre todo para darle una segunda oportunidad al Real Zaragoza en más de la mitad de los penaltis que ha enfrentado.
El penalti que le detuvo ayer a Señé se sale de la línea de los tres (o cuatro) detenidos anteriormente: supone la primera pena máxima que le para a un futbolista diestro. Hasta la fecha, solamente le había valido esa suerte ante Curro, Álvaro Giménez y Andrés Martín, todos zurdos. Alberto Quiles, con el Albacete en La Romareda, fue el único capaz de hacer valer esa condición para batirle. Desde el perfil contrario, Iván Romero había sido el único en marcarle.
Gaëtan Poussin y una estadística definitiva
Esa mejora como parador no le vale para encontrar en las estadísticas un argumento que le sostenga. Gaëtan Poussin sigue recibiendo por encima de lo que debería según la calidad de las ocasiones que enfrenta y, aunque está lejísimos del casi gol encajado por partido que promedió el curso pasado, es el vigésimo sexto guardameta de la categoría que más goles evita.