HUESCA | Gerard Valentín, uno de los jugadores más veteranos de la SD Huesca, no se anduvo con rodeos al hablar del regreso al trabajo: «Las pretemporadas, como lo he dicho, son duras. Al final es una preparatoria para lo que viene y se sufre». Así de claro resumió el lateral derecho el arranque de un nuevo curso que, como siempre en Segunda División, se anticipa largo, exigente y cargado de matices.
El calor ha dado cierta tregua, según reconocía el propio futbolista, pero la exigencia física y la rutina de preparación no dan lugar a relajaciones. Valentín, que arrastra una pequeña sobrecarga y no entrenó con el grupo este lunes, es perfectamente consciente de lo que supone este periodo: “Al final lo importante ahora es el aspecto físico, sobre todo las primeras semanas”, comentaba, haciendo hincapié en que estos días no se trata de encontrar sensaciones con el balón, sino de “correr y correr”, como señaló más adelante.
A sus 31 años, Gerard Valentín sabe bien que la Segunda División no perdona errores y que las diferencias entre los equipos son mínimas. “Mi discurso es siempre que en esta categoría está todo muy igualado y que cada pequeño detalle marca muchas diferencias”, subrayó, recalcando la importancia de llegar al inicio liguero con la mente y las piernas preparadas.
Por eso, la pretemporada no es solo un trámite físico, sino también mental. Cada sesión, cada ejercicio cuenta para cimentar lo que será un año más de máxima competitividad en una liga donde cualquier despiste puede costar caro. Aunque aún no se han definido los objetivos del grupo –“No nos hemos ni reunido aún para poner ni los capitanes ni nada”, decía con naturalidad–, Gerard insiste en no adelantar acontecimientos: “Es muy temprano yo creo que para marcarse objetivos”.
Juventud con ilusión, veteranos con responsabilidad
El vestuario ha cambiado respecto a la pasada temporada, pero el espíritu parece intacto. “Los nuevos han venido con muchas ganas, mucha ilusión”, afirmaba, valorando la actitud de los fichajes y de los más jóvenes. En su rol de veterano, Valentín también dejó un consejo para los que dan sus primeros pasos en el fútbol profesional: “Que trabajen, que aquí la gente es muy agradecida, que hay un buen grupo, que se vive bien y que disfruten”.
Aunque por ahora prefiere no hablar de su papel específico en el sistema de juego, dejando esa decisión en manos del entrenador (“Pregúntale al míster”, respondió al ser preguntado por sus habituales desbordes), el catalán sí dejó entrever que habrá tiempo para afinar los detalles tácticos. “Conforme pasen las semanas iremos perfilando todo, supongo”, apuntó.
Guilló, ilusión desde el banquillo
También hubo palabras para Sergi Guilló, el nuevo técnico azulgrana. “Pues de ilusión, de que quiere disfrutar del fútbol, de la categoría”, valoró Gerard, destacando las ganas con las que el entrenador ha asumido el reto de dirigir al Huesca. Un proyecto renovado, en una ciudad donde, como él mismo recordó, “la gente viene alegre, viene ilusionada”, y eso se percibe también en la dinámica diaria del equipo.
Con días por delante para seguir cargando piernas y afinando conceptos, Gerard Valentín resume el sentir general del vestuario con la naturalidad de quien ya ha vivido muchas pretemporadas: “Se sufre, pero es lo que toca”. El objetivo, aunque no se diga en voz alta, es llegar a la primera jornada con garantías para competir. Y, como bien sabe el lateral, eso empieza ahora.