Almeida, portero del Granollers, tiene un especial idilio con el Bada Huesca al que siempre le hace buenos partidos. Lo hizo en la primera vuelta, con ese siete metros al palo que le hubiera dado el empate al siete altoaragonés y lo ha vuelto a hacer hoy.
Granollers sigue siendo una de esas pistas difíciles para el Bada Huesca. No es para menos. El equipo catalán podrá tener más o menos figuras, pero siempre cuenta con jugadores de nivel. Pasó la época dorada y quiere recuperarla. El siete de Nolasco se presentó con el objetivo de hacer buena su travesía en la Liga y se topó con un rival que tiene un importante compromiso este domingo, en casa, en la EHF, y no quiso sustos. Metió el acelerador pronto con Adriá Figueras haciendo daño en el pivote y un Almeida que siempre que juega contra el equipo altoaragonés suele estar de dulce; rozó el 53 por ciento de acierto bajo palos para argumentar el 15-9 al descanso. Además, los árbitros excluyeron a Adriá Pérez y Bonanno con un minuto de diferencia con lo que alimentó que el electrónico pasara del 12-7 al 15-8 y era el remate a cinco minutos sin que Almeida cogiera la redonda desde el fondo de su red.