Guillem Pont no continuará en las filas del Pamesa Teruel Voleibol. Tras dos temporadas defendiendo con compromiso los colores naranjas en la Superliga Masculina de Voleibol, el colocador catalán pone fin a su etapa en el conjunto turolense con la vista puesta en nuevos retos para la campaña 2025-26.
Dos años y 58 partidos de liderazgo y profesionalidad
Durante su estancia en Teruel, Guillem Pont ha disputado un total de 58 partidos oficiales, consolidándose como uno de los pilares del equipo. Su papel no se limitó al terreno de juego: también ha sido un auténtico referente dentro del vestuario, aportando liderazgo, cercanía y compañerismo.
El club ha querido despedirse con palabras cargadas de cariño y reconocimiento: “Se va un gran jugador, pero, sobre todo, se va un hombre de vestuario y una grandísima persona.”
De figura clave en pista a alma del vestuario
El impacto de Pont en el Pamesa Teruel ha ido más allá de los números. Su figura ha sido sinónimo de equilibrio, experiencia y responsabilidad, cualidades fundamentales en un equipo que ha afrontado grandes desafíos en las últimas temporadas de la Superliga.
Su experiencia como colocador ha sido esencial para el desarrollo del juego del equipo. En cada encuentro, Pont mostró una notable capacidad para distribuir juego, interpretar los tiempos y conectar con sus compañeros, demostrando por qué es uno de los colocadores españoles más fiables del panorama nacional.
Rumbo a una nueva aventura
Con la salida de Guillem Pont, el club pierde a uno de sus hombres más sólidos y respetados. Aunque su destino para la próxima temporada todavía no ha sido anunciado oficialmente, todo apunta a que buscará una nueva etapa que le permita seguir creciendo tanto en lo deportivo como en lo personal.
Desde el club, el mensaje ha sido claro: agradecimiento y admiración por su compromiso incondicional durante estos dos años. La entidad no ha dudado en desearle lo mejor en su futuro: “Le deseamos la mayor suerte en su carrera deportiva y personal”.
Un adiós que sabe a reconocimiento
La marcha de Guillem Pont supone una pérdida importante para el Pamesa Teruel, pero también deja una huella positiva. Su paso por el club ha reforzado los valores de profesionalidad, humildad y trabajo en equipo, ingredientes clave en un vestuario de élite.
En la memoria de la afición quedará su entrega, su actitud ejemplar y esa conexión silenciosa pero efectiva con todos los que compartieron vestuario con él. No todos los líderes levantan la voz; algunos, como Guillem, lo hacen con acciones y compromiso.