HUESCA | En la confección de un equipo competitivo, hay renovaciones que no solo son estratégicas, sino también necesarias. Guillem Vázquez Vallejo (Mollet del Vallès, 2003) seguirá vistiendo la camiseta de Lobe Huesca La Magia una temporada más, consolidándose como uno de los pilares del nuevo proyecto que dirige Rafa Sanz. Una noticia muy bien recibida por el club y la afición, que ve en el joven alero un perfil determinante para crecer en la Segunda FEB.
Con 198 centímetros de energía, Guillem fue una de las grandes incorporaciones del pasado curso, pese a que llegó con la temporada ya avanzada. Su irrupción desde noviembre supuso un revulsivo, gracias a su capacidad física, su versatilidad ofensiva y un carácter competitivo que encajó a la perfección en el estilo del entrenador cordobés.
La historia de Guillem en Huesca es la de una recuperación paciente y una explosión controlada. Una lesión durante el verano retrasó su incorporación, pero el CB Peñas no dudó en esperarle. Desde el momento en que estuvo listo para competir, su rendimiento fue creciendo partido tras partido, hasta firmar dos meses finales muy destacados que le valieron ser uno de los objetivos prioritarios de renovación.
En los Play-offs de ascenso, Vázquez firmó una media de 7,7 puntos, 5 rebotes, 2 asistencias y 7,5 de valoración en algo más de 21 minutos por encuentro. Números que reflejan mucho más que estadísticas: hablan de constancia, impacto en ambos lados de la pista y compromiso absoluto.
Versatilidad, defensa y carácter
Vertical, veloz y muy difícil de frenar en campo abierto, Guillem es un jugador que aporta electricidad al juego. Su capacidad para correr la pista, defender con intensidad y sumar tanto en rebote como en transición le convierten en una pieza muy útil para el baloncesto moderno. Además, su trabajo mano a mano con Rafa Sanz ha sido clave para su crecimiento, alcanzando una confianza mutua que será la base de su continuidad.
A sus 22 años, Guillem ya acumula una sólida experiencia en la categoría, habiendo pasado por Benicarló, Cornellà y Melilla antes de llegar a tierras oscenses. Esta será su quinta temporada en Segunda FEB, lo que le otorga un conocimiento profundo de la liga y un margen de mejora todavía muy amplio.
Una pieza que encaja en el nuevo Peñas
El CB Peñas Huesca ha dejado claro que su nuevo proyecto busca continuidad y estabilidad, pero también juventud con ambición. Guillem representa exactamente eso: un perfil con recorrido, pero ya curtido en la competición, con hambre de más y con una mentalidad que encaja con lo que el club quiere construir.
Su renovación no solo mantiene el nivel del equipo, sino que asegura coherencia en el estilo y personalidad en la cancha. Jugadores así no abundan, y por eso en el club celebran su decisión de seguir ligado al proyecto.
Desde la grada oscense, el nombre de Guillem Vázquez volverá a sonar con fuerza. Y si algo ha demostrado ya, es que cuando el balón vuela, él está siempre listo para correr, rebotear y marcar diferencias.