ZARAGOZA | Guillermo Aso, piloto aragonés, volverá a enfrentarse este fin de semana a uno de los mayores desafíos del automovilismo: las 24 horas de Nürburgring. Será su tercera participación en esta mítica prueba de resistencia, conocida como el “Infierno Verde”, al volante esta vez de un Porsche 718 Cayman GT4 Clubsport (Typ 982) del equipo Breakell Racing.
La carrera, que se celebra en el legendario trazado del Nordschleife, es famosa por su longitud —más de 20 kilómetros—, sus más de 90 curvas, y unas condiciones meteorológicas tan impredecibles como extremas. Todo ello convierte a Nürburgring en uno de los escenarios más temidos y respetados del calendario internacional.
No será, ni mucho menos, un reto desconocido para Guillermo Aso. Ya participó en las ediciones de 2019 y 2022. En su debut, la carrera se saldó con un abandono, pero en 2022 logró una destacada cuarta posición en su categoría tras una brillante remontada. Ahora, en su regreso, cambia el BMW que utilizó en esas dos participaciones por un Porsche, en busca de una nueva oportunidad para seguir creciendo en la resistencia.
Junto a él estarán Álvaro Fontes, su habitual compañero de fatigas en las anteriores ediciones, y los británicos Martin Rich y Pippa Mann. Fontes aporta veteranía y conocimiento mutuo con Aso. Por su parte, Rich y Mann cuentan con un extenso currículum en carreras de resistencia, destacando especialmente Mann, quien brilló en la IndyCar entre 2013 y 2019, y que ya ganó en su categoría en Nürburgring en 2021, además de sumar dos podios más en las dos ediciones siguientes.
Nürburgring como antesala de Le Mans
“Estoy muy contento de poder repetir mi participación en una carrera de veinticuatro horas”, ha declarado Aso, que tiene claro su objetivo a medio plazo: estar en las 24 horas de Le Mans en 2027. Para ello, considera Nürburgring como una excelente escuela de aprendizaje: “Es la carrera más difícil del mundo por el propio circuito, por la lluvia que puede aparecer en cualquier momento y por el tráfico en pista”.
En esta edición competirá con un coche similar al que usa en el Iberian Supercars, aunque esta vez se pone al mando de un Porsche, diferente al Mercedes con el que está más familiarizado. Aun así, se muestra confiado: “Espero habituarme rápidamente a sus peculiaridades y afronto con ambición una carrera en la que partimos con buenas opciones”.
Objetivos claros para Guillermo Aso
El nivel de exigencia de Nürburgring es tan alto que terminar la carrera ya supone una victoria, como señala el propio Aso. Pero el objetivo no se queda ahí: quieren llegar lo más alto posible en su categoría, en una parrilla que contará con más de 140 vehículos de muy diferentes prestaciones, lo que añade un componente estratégico clave a la resistencia y la pericia al volante.
Con una mezcla de ambición, experiencia y prudencia, el cuarteto que forma Breakell Racing afronta esta edición con todas las garantías. El reto es mayúsculo, pero también lo es la preparación y la convicción de quienes saben que en Nürburgring, más que en ningún otro circuito, cada curva es una batalla y cada vuelta una hazaña.