“La victoria tiene mucho mérito porque este equipo es muy difícil de batir. Hemos sabido sufrir y los chicos han estado a la altura”, señaló el técnico.
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Guilló explicó que el gol encajado llegó en una acción puntual que “hizo daño” y desajustó al equipo: “Después del 1-1 dejamos de hacer cosas que veníamos haciendo bien en los primeros 25 minutos. En la segunda parte ellos tuvieron más control y el partido se volvió un poco loco, de ida y vuelta”.
El entrenador quiso destacar el papel de los jugadores de banquillo, como Carrillo, que fue titular y respondió con un gol: “Oportunidades sí, regalos no. Cuando un jugador me da en los entrenamientos y en los partidos, se gana su sitio”.
Además, Guilló no dudó en dar todo el mérito del balón parado a su asistente, Sipán: “Él es quien lo trabaja cada semana, no he tocado nada. El mérito es suyo”.
Guilló ensalza al rival
El técnico reconoció que el choque fue muy exigente, con ajustes constantes en el sistema para adaptarse al juego del rival: “El descontrol también me lo apunto yo, porque con algunos cambios he generado ese desorden”.
La afición, otro de los puntos fuertes de la tarde, recibió también un mensaje de agradecimiento: “Han estado brutales. En los primeros minutos les hemos enganchado con nuestro juego y eso ha sido clave”.
Con este triunfo, el Huesca se mantiene invicto y refuerza su candidatura a pelear en la parte alta de la tabla. Guilló, no obstante, pidió cautela: “Nuestro objetivo está claro, trabajamos mucho para lograr victorias, pero los límites nunca nos los ponemos”.
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