Antonio Hidalgo no se rinde. El entrenador de la SD Huesca afronta con determinación la penúltima jornada de Liga, en la que su equipo visitará al Cádiz con la intención de alargar hasta el último suspiro la lucha por entrar en el playoff. “Tenemos muchas ganas de que llegue el domingo. Queremos traerlo al Alcoraz y vivir una última jornada con nuestra gente y con opciones”, asegura el técnico.
Consciente de que las cuentas no son favorables —el Huesca está a cuatro puntos del sexto clasificado—, Hidalgo confía en la actitud de su plantilla, que según él ha entrenado esta semana “con intensidad, empuje y fe en que se puede”.
Un partido que se decidirá por detalles
El entrenador no esconde el respeto hacia el rival, pese a que el Cádiz ya no tiene objetivos clasificatorios:
“Eso de que no se juegan nada no lo tengo tan claro. Aquí todos nos jugamos mucho: jugadores, entrenadores, contratos futuros… Todos quieren terminar con buenas sensaciones”.
Hidalgo anticipa un partido igualado, tenso y muy táctico, y reconoce que todo puede depender de “detalles, concentración y saber leer los distintos escenarios”. El Huesca, que viene de un final cruel ante el Albacete, quiere evitar errores y mantenerse con vida.
Bajas sensibles y confianza en los suplentes
El equipo viajará a Cádiz con varias ausencias importantes: Rubén Pulido, Jorge Pulido y Joaquín no estarán disponibles. Javi Mier, por su parte, sigue recuperándose y, aunque ya entrena con el grupo, no está todavía al 100%.
Pese a ello, Hidalgo confía plenamente en quienes salten al césped:
“Las bajas son las que son. Pero estoy convencido de que los que entren lo harán bien. Esta plantilla ha demostrado compromiso y profesionalidad durante todo el año”.
Una temporada de mérito, independientemente del desenlace
Con 61 puntos en el casillero, Hidalgo valora el curso de su equipo como muy positivo, independientemente de si se consigue o no el objetivo:
“Si no nos metemos, será porque otros han sumado más. Pero nadie nos puede quitar lo que hemos luchado”.
El técnico evita hablar de justicia en el fútbol, aunque reconoce que el nivel del Huesca ha estado por encima de las expectativas iniciales: “Muchos no pensaban que llegaríamos a este tramo con vida. Eso habla del trabajo y del carácter de este grupo”.
Una conexión especial con el club y la afición
Al ser preguntado por su futuro, Hidalgo fue claro: “Ahora lo importante es el club”, pero no ocultó su emoción por el apoyo recibido:
“Ver pancartas pidiendo que me quede, incluso delante de mi casa, es algo que me llena de orgullo. Me siento uno más en este club y en esta ciudad”.
De momento, solo hay un objetivo en la mente del técnico: ganar en Cádiz y llegar vivos al último partido en casa, ante un Alcoraz lleno y vibrando. “Lo hemos peleado todo el año. Nos merecemos jugar ese último partido con esperanza”, concluye.