El entrenador del Huesca transmite confianza y ambición en la previa de un Real Zaragoza – SD Huesca que se presenta como clave para ambos conjuntos. El técnico insiste en el trabajo del día a día y en controlar los detalles en un derbi “muy igualado” y cargado de tensión.
Un derbi cargado de emociones… y puntos
Antonio Hidalgo no necesita recalcar la importancia del derbi aragonés entre Zaragoza y Huesca. Lo resume con claridad: “Sabemos lo que significa un derbi para todo el mundo, pero sabiendo que son tres puntos más”. Con esta frase el técnico azulgrana intenta bajar la temperatura de un choque que va más allá de lo deportivo.
El encuentro es vital para los dos equipos, cada uno con urgencias distintas. El Zaragoza lucha por no caer al pozo y el Huesca, tras asegurar prácticamente la permanencia, sueña con mirar hacia arriba. Hidalgo es consciente de que será “un duelo muy parejo” en el que será clave “controlar las emociones, especialmente en los primeros minutos”.
El Zaragoza, rival con talento pese a su situación
El técnico oscense no escatima elogios hacia el conjunto de Gabi, pese a su pobre rendimiento en casa: “Tienen un potencial enorme, con muchísimo talento de la mitad hacia adelante”. A su juicio, el Zaragoza ha ganado en “orden” con el cambio en el banquillo, y su capacidad ofensiva sigue siendo una amenaza: “Tienen muchas variantes y perfiles que como entrenador me hacen estar alerta”.
Además, Hidalgo relativiza las estadísticas que colocan al Zaragoza como uno de los peores locales de la categoría y al Huesca como uno de los mejores visitantes: “Eso son números, la realidad hasta el día de hoy, pero el domingo empezamos de cero”.
Juan Pérez, duda hasta el último minuto
Uno de los nombres propios de la rueda de prensa fue el del guardameta Juan Pérez. El entrenador confesó que intentarán esperarle hasta el último segundo, aunque reconoció que su disponibilidad sigue en duda.
En cambio, celebró la presencia de Rubén Pulido, disponible tras la retirada de la quinta amarilla: “Es otra pieza más que tenemos en esa posición, y contento de poder tenerle”. También valoró positivamente el trabajo de Diego González, preparado para jugar pese a su escasa participación desde el inicio en los últimos meses.
Ambición sin perder la cabeza
Hidalgo no esconde que en Huesca se ha reactivado la ilusión. “La gente está muy ilusionada con el equipo, eso se nota en la calle, en el bar, en el supermercado”, reconoce. El equipo ha cambiado la cara en la segunda vuelta, y el discurso técnico mezcla ambición con prudencia: “Tenemos mucha hambre, mucha ilusión, pero con los pies en el suelo”.
También dejó claro que no busca rebeldías emocionales tras la derrota anterior, sino aprendizaje y madurez competitiva: “Ese estrés y presión nadie te lo enseña, pero es fundamental en el fútbol”.
Ausencias, ambiente y motivación
El técnico lamentó que no puedan estar presentes muchos aficionados azulgranas en La Romareda por razones de seguridad, pero recalcó que sentirán su apoyo: “Los tenemos que sentir cerca, nos van a empujar muchísimo”.
Sobre posibles novedades en la convocatoria, dejó en el aire la opción de Javier Hernández, que aún arrastra molestias: “Está a punto de volver, pero anda demasiado justo para el domingo”.
Igualdad, tensión y el valor de los detalles
En definitiva, Hidalgo espera un partido “igualado, con muchísima tensión y duelos”. Un choque que se decidirá en los pequeños detalles, en la gestión de las emociones y en mantener la cabeza fría en un escenario tan simbólico como La Romareda. Con seis jornadas por delante, los puntos valen oro, y el Huesca quiere sumar para seguir alimentando su sueño.