ZARAGOZA | El Real Zaragoza define sus huellas de cantera, con rastros e ilusiones también en el primer equipo. En el paso previo se vive un cambio generacional, una renovación inevitable. El Real Zaragoza confirmó ayer los nombres que formarán parte del Deportivo Aragón, las marcas de sus próximos cachorros. En su lista incluyó al siguiente turno de canteranos: Sergio Berrar, Jaime Sánchez, David García, Marcos Valhondo, Álvaro Palacio, Jaime Tobajas y Manu Sesé. En la dinámica de pretemporada se encontrarán también dos porteros Lucas Olmos, Marcos Manolache y una promesa en la delantera: Jorge Franco.
En un verano diferente, el Deportivo Aragón ya ha incorporado a Manuel Obón, Eloy Moreno, Iker García, Darius Fustos y Miguel Conde. Pertenecen a un guion trazado desde La Ciudad Deportiva, a un cambio de modelo escrito desde su filial. Esas cinco piezas se unirán a una secuencia de jugadores que ya estuvieron a las órdenes de Larraz el curso pasado. Entre ellos se encuentran Juan Carlos Sabater, Adrián Beamonte, Álex González, Rueda Ergouai, Ángel Linares, Yussif Saidu y Yoha.
La próxima camada del Real Zaragoza
En el día de hoy procede hacer un análisis de los que llegan y se quedan a una estación del sueño que proyectaron siempre. En la portería, el Real Zaragoza cuenta con un meta especial: Sergio Berrar. Es un líder desde la distancia, un portero lleno de reflejos. Tiene además un punto de magia, un don que se manifiesta en los momentos importantes. Para el mismo puesto aguardan su oportunidad Lucas Olmos y Marcos Manolache, que comparten grandes condiciones.
En la línea defensiva, David García es un mariscal, un líder con todas las letras. De un perfil más silencioso, pero privilegiado en lo físico está uno de sus complementos: Marcos Valhondo. En el perfil derecho aparece Jaime Sánchez, un lateral de ida y vuelta. En la media, todas las miradas se centran en Álvaro Palacio, quizá la mayor promesa de la cantera que viene. Capaz de diseñar el partido en su cabeza, es un futbolista total, un mediocampista moderno. Posee una visión global del partido y un espíritu competitivo integral. Su fútbol se basa en una premisa: juega y hace jugar. El siguiente en llegar es un hijo de la calle: Jaime Tobajas. Fino y flexible, diseña huecos entre las piernas del rival con una estructura indescriptible, casi líquida. Tiene regate, último pase y guarda mil trucos en sus botas. Manu Sesé es un extremo de este tiempo, con gol y salida para las dos perfiles. Siendo diestro, aún no ha decidido cuánto tiene de zurdo.
Y para hablar de gol en esta camada hay que describir a Jorge Franco. Rápido, intuitivo, su fútbol está hecho de olfato. Nacido en 2007, tendrá la oportunidad de mostrarle a Emilio Larraz que tiene un sitio en el filial, en el peldaño previo al primer equipo. En un club que cambia su guion cada cierto tiempo, pocos fenómenos hay más ilusionantes que el descubrimiento de nuevos talentos. Y el Real Zaragoza debe mirar de un modo especial las nuevas huellas de su cantera.