Tras su día de descanso semanal disfrutado el martes, la Sociedad Deportiva Huesca retomó ayer sus entrenamientos para preparar la visita al Ángel Carro de Lugo. Óscar Ramírez entrenó al margen de sus compañeros y es seria duda para participar en el encuentro dominical.
Óscar Ramírez | Foto: C.PascualAnquela y sus chicos regresaron ayer al trabajo después de haber descansado el martes y tras ejercitarse el lunes. En la sesión, que comenzó con retraso, Óscar Ramírez trabajó al margen de sus compañeros tratando de superar las molestias que arrastra desde el partido del 3 de enero en Zaragoza, cuando se tuvo que retirar al descanso notando su incapacidad de proseguir. Durante el entreno también se pudo apreciar que Jonathan Moya todavía está fuera de forma tras haber regresado de Costa Rica doce días después de lo previsto y cuya situación en Huesca está en el aire. En la sesión estuvo nuevamente presente Aly Coulibaly, el jugador del filial (Almudévar) que es muy del gusto de Anquela y demostró tener una gran complicidad con Franck Bambock, con el que puede conversar ampliamente en francés.