Ian Moya, precisamente, ha tenido que variar su posición. De un lado de la pista al otro lado; del extremo izquierdo al derecho y eso para un diestro nunca es fácil. Eso, en ataque; en defensa le ha tocado de penúltima. Parece que lleva una vida en el siete altoaragonés, pero la realidad es bien distinta. Llegó a la capital altoaragonesa hace tres temporadas y, poco a poco, ha ido labrando su camino. A sus 21 años, sin duda es un jugador con una enorme proyección. «Continuar en el BM Huesca siempre ha sido mi primera opción», subraya el extremo. Acostumbrado ya al esquema de juego de Nolasco, el ir adquiriendo cada vez más compromiso ha sido básico para su continuidad. Además, apostilla, «quiero seguir creciendo como jugador en Huesca»,
Asevera entre risas que la próxima temporada le gustaría jugar en su posición natural, pero mientras le ha tocado defender el escudo desde el lado opuesto al que se adaptó ante la necesidad. Ahora ve el horizonte próximo con optimismo. Impregnado de la filosofía de un club que va al límite con la economía suelta un «me gusta» ante lo que se prevé del Bada Huesca 2024/25 pese a que se vayan a ir jugadores importantes que son amigos. La próxima ASOBAL sumará más plantillas poderosas. Está claro que la del Barça seguirá marcando diferencias, pero a las de Bidasoa, Logroño, León y Granollers se sumarán, a buen seguro, las que ultiman Torrelavega y Nava.
Ian Moya, que acaba de entregar el proyecto fin de carrera del Grado Superior de Infantil y que quiere hacer Magisterio en Huesca, se muestra seguro de una cosa: «Seguiremos siendo competitivos».