La ilusión de Irene Burillo por alcanzar el cuadro final del US Open 2025 se ha visto frustrada este lunes en Nueva York. La tenista aragonesa no ha podido superar la primera ronda de la fase clasificatoria tras caer con claridad ante la búlgara Viktoriya Tomova, por un marcador de 6-3 y 6-0, que no refleja la lucha de los primeros compases, pero sí la superioridad final de su rival en pista rápida.
Era la tercera vez que Burillo intentaba acceder al último Grand Slam del año, después de sus participaciones en 2021 y 2023. En ambas ocasiones, como en esta, su camino acabó en el primer peldaño del cuadro previo, lo que sigue dejando pendiente su sueño de estrenarse en el cuadro principal de uno de los grandes del tenis mundial.
Un inicio esperanzador que se desvaneció con rapidez
El duelo arrancó con opciones para la zaragozana, que aunque cedió su servicio de forma temprana y se encontró con un 1-3 en contra, reaccionó de inmediato para igualar el marcador a tres juegos. Sin embargo, esa remontada se quedó sin continuidad. Tomova, con más experiencia en este tipo de citas, ajustó su juego y firmó tres juegos consecutivos que cerraron el primer set con autoridad.
En el segundo parcial, la historia fue distinta. La búlgara impuso un ritmo más alto, dominó con su servicio y mostró una versión más sólida y agresiva que desbordó a la aragonesa. El 6-0 final reflejó una superioridad clara que dejó sin margen a Burillo para intentar meterse en el partido.
Un paso atrás que no borra el camino
Pese a la derrota, la jugadora de Zaragoza mantiene la mirada en el futuro. Superar la barrera del top 200 del ranking WTA sigue siendo uno de sus grandes objetivos a corto plazo, y esta experiencia en Nueva York, aunque amarga en el resultado, suma en su crecimiento como profesional.
A sus 26 años, Burillo continúa compitiendo de forma regular en torneos del circuito ITF y WTA, y sigue buscando ese salto de calidad que le permita disputar con mayor frecuencia las fases finales de grandes campeonatos.
La lucha continúa
El US Open se le resiste de nuevo, pero el esfuerzo por estar entre las mejores no cesa. Las próximas semanas serán claves para recuperar sensaciones, sumar puntos y escalar posiciones en el ranking. El objetivo no es solo competir en los grandes escenarios, sino hacerlo con posibilidades reales.
Con la madurez competitiva que ha ido ganando en los últimos años y su voluntad intacta, Irene Burillo sigue representando con orgullo al tenis aragonés. La derrota en la fase previa de Nueva York es solo un alto en el camino de una jugadora que aún tiene mucho que decir.