«Ha habido un desequilibrio en ese sentido. Ellos han sido más eficaces que nosotros. Hemos tenido dos ocasiones y no hemos sabido transformarlas y ahí ha estado una de las claves. Ellos han marcado sus oportunidades y nosotros, aún teniéndolas más claras, no hemos sido capaces de hacerlo», ha analizado.
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Ramos explicó que tras la derrota se iban «decepcionados» porque era un partido en el que habían depositado «muchas ilusiones y esperanzas».
Una derrota muy dolorosa
«Llevábamos una línea ascendente. El partido ha sido igualado y equilibrado y se ha decidido por pequeños detalles, lo que lo hace doblemente doloroso», ha lamentado.
Para Ramos la lectura positiva de la derrota es que tienen una plantilla «con una actitud para quitarse el sombrero» porque han sufrido muchas adversidades en forma de lesiones y esa actitud debe ser lo que les lleve a luchar por la permanencia.
El segundo técnico del Huesca apuntó que se habían enfrentado a un equipo en posiciones europeas al que habían jugado «de tú a tú» y que, por ello, no se podía poner «ningún pero» al equipo.
A este respecto aseguró que el Huesca está «vivo» y que en otras ocasiones ya se ha repuesto «a todas las adversidades» que le habían surgido.
«El equipo está convencido, seguimos con vida y vamos a luchar hasta el final», subrayó.
