ZARAGOZA | Nunca es tarde para renacer en el campo, para tener una segunda vida. Al comenzar la temporada, Jair Amador perdió el sitio en el césped. Con la llegada de Gabi Fernández, el central ha recuperado su importancia. Nunca ha sido cuestión de calidad defensiva; en eso siempre pareció un gran especialista. También en sus peores momentos mantuvo su condición de defensor puro, una capacidad especial para guardar su área.
En un tramo lleno de urgencias, Jair ha logrado ser una parte esencial en el plan de Gabi, empeñado en construir una armadura para su equipo. Fue clave en varias acciones en el último encuentro ante el Real Oviedo y un elemento defensivo difícil de reemplazar en el resto de las citas. Capaz de trasladar su dominio al área contraria, logró marcar en la victoria contra el Mirandés y en el empate ante la SD Eibar. La afición le abraza en su auge total, y todo viene por una oportunidad extra que se ha ganado con lucha y sacrificio.
Silencio firme, presencia clave
Sin hacer mucho ruido, Jair Amador se ha convertido en imprescindible. No es una estrella mediática, pero su trabajo día tras día ha sido fundamental. Su solidez en defensa le ha dado al equipo el equilibrio que necesitaba. Cerca de salir en dos mercados, ha logrado cambiar su temporada y hoy asume el peso de la responsabilidad.
En el proceso, la confianza que le ha depositado Gabi parece fundamental. Jair poco a poco se ha ido encontrando consigo mismo. Con paso firme en cada partido, en segundo plano y de forma discreta. Mantiene algunas limitaciones conocidas, pero lo ha logrado compensar con sus virtudes de siempre. Jair ha logrado además ser una parte más de un objetivo común: el Zaragoza busca la salvación a partir de la unidad, del esfuerzo coral.
Lejos quedan las imágenes con otros técnicos, donde siempre partió en el último lugar de la rotación. Descartado por Víctor, empezó a asomar con la llegada de Miguel Ángel Ramírez, aunque siempre por detrás de Vital, Lluís López o Enrique Clemente. La situación cambió con Gabi, que valoró desde el primer momento su dominio del juego áereo, su defensa del área. Muchos de los goles del conjunto blanquillo han llegado a partir del salto del central. También las mejores defensas de este final de temporada.
En uno de los momentos más difíciles de la historia del Real Zaragoza, Jair domina el aire. El próximo domingo se jugará el partido más decisivo de siempre, el duelo que marcará el camino del Real Zaragoza. El sprint final debe servir para olvidar todo lo que ha pasado en una carrera agónica y lenta hacia la salvación y el Zaragoza, como ha ocurrido durante muchos años, vuelve a confiar en Jair Amador. También el central ha recuperado la fe en sí mismo. Básicamente porque ha encontrado al técnico que le ha hecho despegar.