HUESCA | Con el telón bajado y El Alcoraz despidiendo la temporada con una nueva victoria, el capitán de la SD Huesca, Jorge Pulido, tomó la palabra para hacer balance de un año que, pese a quedarse a las puertas del playoff, deja cifras históricas y sensaciones de orgullo colectivo. Fue entonces cuando, con la sinceridad que lo caracteriza, dejó una frase que resume el sentir del vestuario: “Todo Huesca puede sentirse orgullosa de este equipo”.
Jorge Pulido no ocultó la emoción por cerrar el curso con un triunfo ante su gente: “Teníamos muchas ganas de terminar ganando, de hacer vibrar a la afición. Esos tres puntos van para ellos”, afirmó. Además, recordó que todo el grupo tenía entre ceja y ceja dejar su nombre grabado en la historia del club: “Queríamos firmar la tercera mejor puntuación del Huesca en Segunda División”.
El central reconoció que no ha sido un camino fácil: “Cuando pasen los años, la gente valorará lo que hemos hecho viendo las dificultades con las que empezamos en agosto”. Aun así, con 64 puntos y la permanencia asegurada con margen, el equipo ha superado ampliamente las expectativas iniciales.
Reconexión con El Alcoraz y su gente
Una de las claves de este curso, según Pulido, ha sido la unión recuperada entre plantilla, club y afición. “Es algo que en los últimos años nos había costado. Volver a sentir a El Alcoraz, a la provincia, la ilusión que se transmite cuando caminamos por las calles… ha sido increíble”.
“Estar con esa ilusión hasta el penúltimo partido fue emocionante. Ojalá haber traído hoy el playoff a casa. Hemos luchado hasta el último minuto y ojalá toda Huesca se sienta orgullosa de este equipo”, insistió.
Hidalgo, el pilar del cambio para Jorge Pulido
Pulido también quiso dejar claro el papel decisivo del entrenador: “Tenemos palabras de agradecimiento para el míster. Llegó en una situación muy complicada, con pie y medio en Primera RFEF. Es un tipo humilde, con hambre, que transmite tensión competitiva día a día”.
El equipo, dijo, creyó en su plan hasta el final, y los resultados hablan por sí solos: “Conseguimos la permanencia, algo que el año pasado parecía inviable, y terminamos con 64 puntos, algo que ni el más optimista habría soñado”.
Con el curso cerrado, el capitán se permite una pausa: “Los futbolistas somos así, quieras o no piensas en el próximo año. Pero ahora toca descansar, pensar en la familia y desconectar la cabeza. Ya llegará el momento de volver a ilusionarnos”.