ZARAGOZA | El Real Zaragoza ha descubierto en el perfil derecho a un futbolista de proyección, que ralló a buen nivel en su primer día. Quizá perdimos el foco de un detalle: ayer completaba su primera titularidad en la categoría de plata. En ese contexto, cualquier prueba es compleja. No hubo nervios en su partido y sí un rigor notable, la intención de guardar su marca. Esa condición ha definido la progresión de Juan Sebastián, cuya cesión en el Alcorcón le hizo crecer en muchas cosas, especialmente en el plano defensivo.
La vocación ofensiva en Juan Sebastián es precisamente eso, una vocación. Algo con lo que nació. Una idea quedó escrita en estas páginas: Sebastián no tiene pinta de lo que es y sí parece lo que fue. Mediapunta en sus inicios, en La Ciudad Deportiva se asentó en el sitio del lateral, después de pasar por el extremo. En ese camino, aprendió a usar las manos, a ser un defensor más pegajoso. Con imaginación para ocupar los pasillos interiores, Gabi Fernández le pide que mantenga esa línea, que sepa vigilar al extremo y sea ganador de los careos.
Con grandes registros en el partido (8/11 en sus duelos), no insistió en sus subidas, sino que eligió el factor sorpresa, la selección de sus ataques. Insistió en el centro raso y decidió que su gran asignatura en el partido era ser sólido en las vigilancias. No extrañó tampoco que Gabi Fernández le ubicara en la zona de central en la segunda mitad. Tampoco que Sebastián respondiera firme, sereno, a los pocos intentos de la Real en esa fase del juego. Si el gol que lo decidió todo constató los defectos del Zaragoza a campo abierto, quedó una idea en la cabeza de muchos: ¿la resistencia hubiera sido tan débil con Juan Sebastián trasladado al centro de la zaga?
Al partido del canterano le pudo faltar un punto de profundidad, algunas dosis de riesgo. Quizá empeñado en cumplir a rajatabla las órdenes de su entrenador, Juan Sebastián eligió no despeinarse. A cambio, el veredicto de Gabi Fernández al acabar el encuentro fue generoso: “ha hecho un partido de sobresaliente”, sentenció en su comparecencia de prensa. Y aunque le corresponda más un notable, superó esa nota si se tienen en cuenta algunas variables. Sus registros en el partido, su polivalencia en Anoeta y un detalle que inicia este texto: era su primera titularidad en la élite.
Juan Sebastián encuentra un lugar en el plan de Gabi Fernández, convencido de que el lateral derecho puede ser suyo. Elástico y fondista, en ese lateral perviven los ecos de un enganche. Costará verlo, pero no tardará en brotar. Mientras tanto, ha elegido la disciplina y especializarse en defender. Su madurez pasa por otra cosa: por mostrar que en su fútbol también hay buenos marcajes. Puestos a encontrar centrales donde no los hay, Juan Sebastián ha demostrado que tiene tinta para ser un corrector.
En un juego que fomenta los descubrimientos, Juan Sebastián es ya una valiosa sensación.