ZARAGOZA| Tras el cierre de cada temporada, el vaivén de informaciones circula a una velocidad más alta. Decenas de nombres salen a la palestra, inaugurando una etapa recurrente y cada vez más agitada en el Real Zaragoza. Sin embargo, la información zaragocista está ahora opacada por un nombre, el de un futbolista cuyo futuro está cada vez más en el aire: Kervin Arriaga.
El pivote recaló en el Real Zaragoza en calidad de cedido desde el Partizan. Tras pocos minutos sobre el verde, los ojos de todos observaron un futbolista diferente, clave en todo aquello que no se ve. Conforme transcurría la temporada, Arriaga fue creciendo en su juego hasta convertirse en quizá la pieza más importante del conjunto aragonés. Su incontestable impacto positivo abrió las negociaciones para extender su continuidad, esta vez en propiedad. Sin embargo, lo que parecía una operación sencilla se ha acabado convirtiendo en un camino lleno de obstáculos.
En este punto, el futuro inmediato de Kervin Arriaga podría estar casi en cualquier parte. Hace unos días, diferentes modificaciones en términos contractuales generaron un fuerte giro en las conversaciones entre las partes. La operación comenzó a nublarse, pero su desenlace todavía está lejos de confirmarse. Ya concentrado con su selección, el centrocampista ha hablado sobre su futuro, aclarando que a día de hoy «soy jugador del Partizan. Todavía no tengo nada definido con el Real Zaragoza». Además, ha comentado que «tengo acercamientos, pero nada concreto. Vamos a esperar a ver qué pasa estos días». Finalmente, el hondureño ha reconocido que «la gente de Zaragoza me recibió bien desde mi llegada. Estoy a gusto en Zaragoza, pero no sé qué pasará».