El Zaragoza no logró el triunfo que a los puntos, por insistencia y por volumen, llegó a merecer. Pero ganó pequeñas y grandes batallas través de Kervin Arriaga, en un partido hecho de disputas. Da la impresión de que cuanto más complejo es el partido, más importante es Arriaga. Capaz de interpretar el juego, hay más que un perfil batallador en su fútbol. Su aspecto, alto y longilíneo, ha podido engañar a mucha gente. Además de destruir, también conduce, limpia la jugada y produce, hasta sumar grandes números en registros que teóricamente no parecen suyos. Sin ser fino, está entre los mediocampistas con más pases progresivos y que más avanzan en situaciones de conducción.
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Kervin Arriaga, ganador de disputas
Si el fútbol de Arriaga cobra un sentido pleno a través de una variante es a partir de los duelos. Nadie domina más esa faceta, hasta ser un especialista en el enfrentamiento directo. En ese territorio reúne los mejores números de la categoría. Se acerca a un 60% de éxito en los duelos, es el futbolista con mejores registros aéreos de la categoría y está en el top 10 en interceptaciones, recuperaciones, tackles con éxito y duelos totales.
Los registros del domingo confirman que ante el Huesca jugó su mejor partido de siempre. Sumó un 83,4 % de acierto en el pase, alcanzó un 80% de acierto en todas sus entradas, 4 tackles con éxito y 5 recuperaciones en el encuentro. Bien en ataque, el mejor de sus guarismos llegó en el segundo palo, cuando sumó el sexto gol del Zaragoza de Gabi desde la estrategia. En ese punto, marcó, sonrió y bailó.
¿El mejor fichaje del curso?
Al margen de lo tangible, La Romareda mira a Arriaga como la mejor noticia del invierno. En un club que siempre tuvo un gusto especial por el fútbol sudamericano, Arriaga toma un testigo histórico. Lo hace con un fútbol racial y comprometido, con inteligencia táctica, un liderazgo casi espiritual y un juego que contagia. En un equipo que siempre miró los partidos como un problema, Arriaga encontró en La Romareda las llaves de su prisión.
A estas alturas parece ya el mejor fichaje de la temporada y el Real Zaragoza haría bien en asegurarse su continuidad, en preservar a un jugador que está hecho a la medida de los grandes partidos. Ante la SD Huesca, Arriaga volvió a mostrar que es un jugador de otra categoría. Jugó como siempre y como nunca.
