La Euroliga vivirá una de las transformaciones más importantes de su historia a partir de la próxima temporada. Lo que hasta hace poco era solo una propuesta sobre la mesa se ha hecho realidad en Abu Dhabi, sede de la Final Four. Los clubes participantes han aprobado por unanimidad la expansión de la competición de 18 a 20 equipos, una decisión que supone mucho más que una cifra: es una declaración de intenciones frente al inminente desembarco de la NBA en el continente europeo, previsto para 2026 de la mano de FIBA.
El Valencia Basket se sube al tren
Valencia Basket ha despejado las dudas sobre su futuro europeo y ha confirmado su presencia en la próxima edición de la Euroliga. De este modo, la Liga Endesa consolida su dominio en la competición continental, aportando cinco representantes: Real Madrid, FC Barcelona, Baskonia, Valencia Basket y, previsiblemente, uno más desde Eurocup o vía invitación.
Junto al conjunto taronja, también se unen el Hapoel Tel Aviv, reciente campeón de la Eurocup, y un club que está generando gran expectación: el Dubái BC. El proyecto de Emiratos se está gestando a base de grandes inversiones económicas, con ambiciones deportivas notables y un potencial mediático enorme.
De los 20 participantes, el único que no repetirá respecto a esta temporada será ALBA Berlín, que pasará a competir en la Basketball Champions League, competición respaldada por la FIBA.
Dubái BC, un fichaje de cinco años
Según apunta el medio especializado Basket News, el Dubái BC habría cerrado un acuerdo de cinco temporadas con la Euroliga, un compromiso que demuestra la solidez del proyecto y el respaldo institucional y económico del mismo. Por su parte, Valencia Basket, AS Monaco, Partizan, Estrella Roja y Virtus Bolonia habrían firmado por tres temporadas, asegurando una presencia continuada y reforzando la estabilidad del formato.
Calendario más exigente: 38 partidos y más dobles jornadas
Con la ampliación a 20 equipos, el formato de la competición no sufrirá cambios estructurales. Se mantendrá la liga regular de todos contra todos, seguida del play-in, los playoffs y la Final Four. Sin embargo, sí se incrementa la carga de partidos, pasando de 34 a 38 encuentros en la fase regular.
Esto supondrá cuatro jornadas dobles más, que podrían elevarse de las ocho actuales a 12 si no se ajusta el calendario global. El nuevo escenario exigirá plantillas más profundas, una gestión del esfuerzo más cuidada y una planificación física muy afinada por parte de los clubes.
Tensiones con la FIBA y el incierto futuro de las Ventanas
Este nuevo contexto reabre el debate sobre la convivencia entre Euroliga y las Ventanas FIBA. Aunque en temporadas anteriores ambas instituciones habían alcanzado ciertos consensos que permitían a los jugadores acudir a compromisos con sus selecciones, la suma de partidos y, sobre todo, el deterioro de relaciones tras el anuncio del aterrizaje de la NBA en Europa podría suponer el cierre definitivo de esas ventanas para los jugadores Euroliga.
Es un conflicto latente que podría intensificarse en los próximos meses, sobre todo si las federaciones nacionales se ven perjudicadas por la ausencia de sus principales figuras durante el calendario internacional.
Una nueva era para el baloncesto europeo
Con esta expansión, la Euroliga da un paso firme para consolidarse como la referencia del baloncesto de clubes en Europa, reforzando su estructura ante los movimientos de FIBA y la amenaza real de la NBA. La entrada de nuevos mercados como Dubái no solo diversifica geográficamente la competición, sino que abre la puerta a nuevas audiencias, mayores ingresos y un producto global.
La próxima temporada será un punto de inflexión. Más equipos, más partidos, más espectáculo… y también más exigencia. La Euroliga se lanza de lleno a competir por el trono del baloncesto mundial.