La edición de 2025 arranca oficialmente este lunes con el sorteo de emparejamientos, que estará presidido por el presidente de la Diputación, Isaac Claver, y que contará con una presencia muy especial: integrantes del equipo Genuine de la SD Huesca, en un gesto cargado de valores de inclusión y compromiso social. El curso pasado, fue la SD Huesca ‘B’ quien se alzó con el trofeo veraniego tras imponerse por 5-0 al Gurrea.
El torneo comenzará el miércoles 6 de agosto, con eliminatorias a partido único desde octavos de final. La gran final se disputará en el estadio de El Alcoraz, en una fecha aún por confirmar, pero que promete ser una auténtica fiesta del fútbol provincial.
La II Copa Diputación no solo sirve como escaparate para los clubes de la provincia, sino que tiene un marcado objetivo doble: por un lado, reforzar la cohesión territorial a través del deporte y, por otro, ayudar a los equipos en su preparación para la temporada que se avecina.
El torneo mantiene su formato ágil y atractivo, con eliminatorias directas que garantizan emoción desde la primera ronda. Además, cuenta con premios en metálico por valor de 10.000 euros, distribuidos entre los cuatro mejores clasificados: 4.000 € para el campeón; 3.000 € para el subcampeón; 2.000 € para el tercer clasificado y 1.000 € para el cuarto.
Una inyección económica importante para clubes modestos, que encuentran en este torneo una oportunidad para competir, generar visibilidad y empezar la temporada con ilusión renovada.
Estos son los 16 equipos que competirán por el título
Entre los 16 participantes hay 6 conjuntos de Tercera Federación, 7 de Regional Preferente y 3 de Primera Regional, lo que garantiza equilibrio y sorpresas: C.D. Binéfar; U.D. Fraga; Atlético Monzón; S.D. Huesca B; A.D. Almudévar; C.D.J. Tamarite; C.D. Altorricón; S.D. Gurrea; A.D. Sabiñánigo; C.D. Robres; Ontiñena C.F.; A.D. Peña Ferranca; C.D. Peñas Oscenses; F.C. Lalueza; A.D. Lanaja y Atlético Binéfar.
La participación de clubes repartidos por toda la geografía altoaragonesa convierte a esta Copa en un evento vertebrador del territorio, donde el fútbol sirve de excusa para reforzar vínculos y valores comunes. Así, con esta II Copa Diputación, el fútbol de Huesca demuestra que su fortaleza no solo se mide en goles o títulos, sino en la capacidad de unir a una provincia en torno a un balón. Un torneo que nació con vocación de continuidad… y que ya empieza a saberse clásico.
