El sueño de la Copa del Rey comenzó la temporada 2014/15. Antes del segundo ascenso a Segunda División, la competición copera dejó un momento histórico en El Alcoraz en esa noche inolvidable del 3 de diciembre de 2014: la visita del Barcelona de Luis Enrique, que seis meses después acabó ganando el triplete. Al estadio oscense llegaban jugadores de la talla de Andrés Iniesta, Rakitic, Pedro Rodríguez, Ter Stegen o Marc Bartra y, aunque el partido acabó 0-4, la afición se dio un homenaje ya que su equipo lo intentó en todo momento y dejó acciones para la posteridad, como aquel regate de Josan a Douglas.
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Al partido el Huesca llegaba después de cuatro victorias consecutivas ante los filiales de Rayo Vallecano, Atlético de Madrid, Getafe y Las Palmas. Tras el choque contra el equipo culé, los oscenses prolongaron a siete el número de partidos sin perder en el Grupo II de la Segunda División ‘B’ después de empatar ante el Conquense y el Fuenlabrada y de golear al Trival por 6-1.
Mucho más convulsa fue la situación que vivía el club el año pasado en los días previos a la visita del Villarreal. Días antes, la SD Huesca caía en Llagostera, lo que suponía el cese de Luis García Tevenet y la contratación en el banquillo de Juan Antonio Anquela. El jienense debutaba ante su afición (sin sentarse en el banquillo) de la mejor manera, ganando a un Primera por 3-2 con goles de Mérida, Luis Fernández y Machís en un partido loco lleno de idas y venidas.
Para el encuentro, Marcelino García Toral había alineado a jugadores como Samu Castillejo, Bruno Soriano, Bakambu, Bailly o Soldado. En la siguiente jornada liguera, el esfuerzo realizado pesó en las piernas de los hombres de Anquela, que perdieron en El Alcoraz por 1-2 contra el Mirandés.
Este año, el Huesca afronta el partido contra el equipo canario en una cómoda situación a pesar de la derrota contra el Girona en casa tras cuatro victorias seguidas como local.