ZARAGOZA | El Real Zaragoza ya ha comenzado a planificar la próxima temporada tras una campaña que dejó más dudas que certezas. Con la llegada del nuevo director deportivo, Txema Indias, hay muchas pinceladas pendientes. Asegurar la portería es un factor clave a seguir en el club blanquillo. Se necesita una construcción desde atrás, y no es una opción, es una obligación. Si algo ha quedado claro es que sin guardameta fiable no hay proyecto competitivo. La portería no es solo la última línea de la defensa: es el primer impulso para construir una identidad de equipo.
Femenías, una incógnita: Poussin, símbolo de superación
Durante la temporada, la portería del Real Zaragoza vivió una batalla abierta. Con MAR en el banquillo fue Joan Femenías quien conquistó la titularidad. El balear no tuvo un gran rendimiento y, en muchos momentos, falto de carácter. No terminó de ganarse ni al equipo ni a la grada. La llegada de Gabi fue un punto y aparte, las tornas cambiaron. Poussin volvió a jugar y respondió en el momento clave. Su rendimiento fue de menos a más: ganó confianza, mostró seguridad en el juego áereo y realizó varias acciones decisivas en los últimos partidos.
Representa ese tipo de futbolista que, pese a no tener un inicio fácil, logra adaptarse y crecer con el tiempo. Su actitud, compromiso y mejora continua han hecho que muchos lo vean como una pieza sobre la que construir. En el otro lado, Femenías sigue dejando más preguntas que respuestas. El club tiene la posibilidad de rescindir su contrato antes del 30 de junio sin tener que pagar indemnización, según ha publicado hoy El Periódico de Aragón. Una cláusula que podría activarse si se decide apostar por una renovación en la portería.
63 goles encajados: no solo es cosa del portero
El dato es alarmante: el Real Zaragoza ha encajado 63 goles en la temporada. Para un equipo que aspira al ascenso, esas cifras son insostenibles. No obstante, sería injusto responsabilizar únicamente a los porteros. La defensa no ha funcionado como bloque, y el equipo ha mostrado carencias estructurales en muchos tramos del campeonato. También es verdad que contar con un guardameta que marque la diferencia es fundamental para tapar esas grietas.
Un buen portero no solo evita goles: da confianza, ordena la defensa y cambia el ánimo de todo el equipo. En una categoría como la Segunda División, los márgenes son tan estrechos que tener un seguro bajo palos puede marcar la diferencia. Con la continuidad de Gabi apalabrada y con Txema Indias al frente del proyecto deportivo, asegurar la portería debe ser uno de los movimientos clave. El Real Zaragoza necesita certezas, no dudas. Todo gran equipo empieza por ahí: por tener un portero que esté a la altura de la historia del escudo que defiende.