A sus 40 años, Rodrigo San Miguel de la Iglesia inicia una nueva etapa al frente del Casademont Zaragoza, el club de su vida. El exbase zaragozano, con una trayectoria de 21 temporadas como profesional y más de 500 partidos en la élite, ha sido nombrado entrenador interino del primer equipo masculino tras la salida de Porfirio Fisac. Un paso lógico, casi natural, para alguien que siempre ha estado ligado al baloncesto con pasión, compromiso y talento.
Un zaragozano de cuna y baloncesto
Rodrigo nació en Zaragoza el 21 de enero de 1985 y creció entre canastas. Comenzó en el colegio Doctor Azúa, donde ya apuntaba maneras, logrando un subcampeonato de España en categoría infantil. Pasó por Calasancio y Stadium Casablanca antes de dar el salto al profesionalismo en 2003 con el CAI Zaragoza, donde conquistó la Copa del Príncipe en su primer año.
De ahí, su carrera despegó por distintos equipos de primer nivel del baloncesto español: Valladolid, Manresa, Valencia Basket, UCAM Murcia, Iberostar Tenerife y San Pablo Burgos. Fue en Tenerife donde vivió algunos de sus mayores éxitos colectivos, como la conquista de la Basketball Champions League (2017) y la Copa Intercontinental FIBA (2017).
Además, San Miguel defendió la camiseta de la selección española, debutando en 2018 en partidos clasificatorios para el Mundial 2019. Fue el decimosexto aragonés internacional con la absoluta, el primero tras Lucio Angulo en 2003.
El regreso a casa… para hacer historia
En 2019, Rodrigo volvió a Zaragoza para cerrar el círculo. Fichó por el Casademont Zaragoza y fue pieza clave en una de las mejores etapas del club, liderando desde la pista la obtención del bronce en la Basketball Champions League. Con el ‘5’ a la espalda, se convirtió en ídolo de una afición que lo ha visto crecer desde niño.
Tras retirarse en 2023, se incorporó inmediatamente al cuerpo técnico del club como asistente de Porfirio Fisac, una transición que evidenciaba su perfil de líder silencioso, conocedor del juego y excelente gestor de grupo. Además, forma parte del equipo técnico de la selección española absoluta, bajo las órdenes de Sergio Scariolo, junto a otros nombres ilustres como Luis Guil o Fran Vázquez.
Una nueva etapa al frente del Casademont
Ahora, tras la salida de Fisac, San Miguel toma el relevo en el banquillo del Casademont Zaragoza hasta final de temporada, acompañado por Jack Burgess y el también zaragozano Jorge Serna. Lo hace con la misión de reconducir el rumbo en la Liga Endesa y certificar la clasificación para una competición europea. La entidad confía en su conocimiento del club, su ascendencia sobre el vestuario y su capacidad para inyectar energía y competitividad en este tramo decisivo.
No es un salto al vacío: además de su experiencia en la élite, Rodrigo ha estado ya vinculado a la formación, ayudando al filial Anagán El Olivar e incluso regresando a la pista en abril de 2025 para reforzar al equipo de Tercera FEB por falta de efectivos. En aquel partido, dejó claro que sigue en forma: 10 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias.
Un técnico con ADN rojillo
El nuevo técnico del Casademont Zaragoza encarna como pocos los valores del club: identidad, entrega y pasión. Desde el colegio Doctor Azúa hasta la selección española, pasando por una extensa carrera en ACB, San Miguel ha demostrado ser un referente dentro y fuera de la cancha. Su reto ahora es liderar desde el banquillo con la misma inteligencia y entrega que mostró como jugador.
El club lo ha dejado claro: su elección no es un parche, sino una apuesta por el futuro, con un hombre de la casa, que conoce cada rincón del Príncipe Felipe y que representa el alma del proyecto. Rodrigo San Miguel inicia así su primera aventura como primer entrenador, con el respaldo de una afición que lo considera uno de los suyos.