Enol Rodríguez empieza a justificar la apuesta económica que la Sociedad Deportiva Huesca hizo por él este verano. Tras una pretemporada irregular y con la amenaza de salir cedido, el delantero respondió con un gol en Ceuta. Una baza ofensiva que Sergi Guilló puede explotar en los próximos partidos.
HUESCA | Enol Rodríguez encandiló al Huesca este verano y el club volvió a pagar un traspaso años después. Desde la compra en propiedad de Sielva el club oscense no había sacado a relucir el talonario tras unos años negros en lo económico. El asturiano tenía un año más de contrato con el Arenteiro y los azulgranas querían que fuese un proyecto de presente y futuro. Pagaron una cantidad que el club no ha querido desvelar y el futbolista dio el salto de Primera RFEF a Segunda División. El atacante de Candás ha vivido una pretemporada tan irregular que estuvo cerca de salir cedido.
De hecho, el jugador reaccionó cuando vio este verano que era candidato a irse a préstamo. En las últimas semanas del mercado vio su nombre como posible cedido y eso le llevó a ponerse las pilas. Se quitó la presión de verse nuevo en la categoría y demostró en los entrenamientos que quería quedarse a las órdenes de Guilló. El futbolista de 24 años ha trabajado para ver en Ceuta que su rendimiento es real. Su gol y su partido fueron lo mejor del Huesca y es una baza que gana el entrenador de cara al futuro.
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La jugada del gol recuerda a los tantos que hizo en el Arenteiro la pasada temporada. El fornido delantero de 187 centímetros es hábil con los pies y desde la banda izquierda hizo buena parte de sus goles el pasado curso. Así lo hizo en Ceuta demostrando que tiene sitio en este Huesca. Tal vez la próxima semana contra el Málaga tenga la suerte de entrar en el once en lugar de Sergi Enrich, que estará sancionado. Una oportunidad que espera con los brazos abiertos y es que lo más difícil para un jugador de sus características pasa por abrir la lata y eso fue lo mejor que le pasó al equipo de Guilló en su derrota ceutí.
