ZARAGOZA | Txema Indias debe resolver mil frentes abiertos. Con Gabi Fernández confirmado en el banquillo, el primer fichaje que le pide la afición es la adquisición de Kervin Arriaga. El hondureño se marchó de Zaragoza como si no fuera a volver. Pese a todo, desde su entorno se explica que su regreso sigue dependiendo del Real Zaragoza y eso significa que no todo está perdido. Conseguir que la historia de Arriaga en Zaragoza tenga más episodios sería para Indias la forma ideal de iniciar, el equivalente a una frase hecha: “empezar con buen pie”.
Txema Indias y una renovación central
Al margen de ese fichaje estructural, el Real Zaragoza debe apuntalar su zona central, plagada de dudas durante todo el curso y con salidas por escribir. Jair Amador y Lluís López finalizan su contrato y el club no ha mostrado ninguna intención de prolongar su vínculo, cuando solo restan 21 días para confirmar su salida. En este tipo de casos no decir nada sigue siendo decir mucho. O decirlo todo. Con Bernardo Vital y Sebastian Kosa unidos al Real Zaragoza hasta 2028 en función de objetivos, la renovación central será la primera piedra de una reconstrucción.
Txema Indias debe atender a ese lugar de la escena mejor que a ningún otro. Basta revisar los fallos de su predecesor para tener en cuenta que pocas cosas han sido tan determinantes como la zona central. En ese punto se empezó a desmontar el castillo de Juan Carlos Cordero y solo es necesario hacer memoria para demostrarlo. En el mercado veraniego el Real Zaragoza llegó tarde al registro por Stefan Lekovic. En la ventana invernal, se dejó sin renovar la parcela que más refuerzo necesitaba. Y es precisamente ahí donde Txema Indias debe concentrar sus esfuerzos, para ponerle un suelo a toda la estructura, cimientos a todo un proyecto.
Los primeros nombres para la zaga
Aún sin haber aterrizado, los primeros nombres que se le asignan a Txema Indias responden a esa demarcación. Sergio González, Pablo Tomeo o Ilias Kostis responden a esa necesidad. De momento, son posibilidades interesantes, pero opciones lejanas, a las que Indias todavía no ha podido sondear. Parecen, eso sí, lógicas por dos razones fundamentales: por la vía sentimental o por el parentesco institucional.
Sergio González es una referencia en la categoría y su apuesta tendría que ver con el tiempo compartido con Indias. Ese, el factor humano, es uno de los atributos que mejor han definido al director deportivo, capaz de renovar los lazos con muchos de sus jugadores en segundas y terceras nupcias. Basta recordar una de las arengas de González para descubrir el cariño que hay entre las dos partes de esta historia. Para pensar también que un reencuentro no sería nada descabellado.
Con Pablo Tomeo hay un lazo emocional innegable. El chico de Alloza, central del Mirandés, es un zaragocista confeso. Y eso, sin sería definitivo, es una ventaja innegable. Queda por resolver un asunto fundamental, el playoff del Mirandés. Y la suerte de Tomeo y su llegada están supeditadas a lo que suceda en las eliminatorias. El caso de Kostis responde a la innegable relación que hay entre Atlético y Zaragoza. Después de una temporada irregular en el filial rojiblanco, el defensor serbio necesita salir y probarse en el fútbol profesional. En ese contexto, el equipo blanquillo sería un destino cabal.
El interés en todos los casos está todavía en una fase inicial pero Txema Indias ya sabe qué zona tiene que reforzar primero. La revolución del Real Zaragoza empieza por la zona central.