La Selección Española de Fútbol, también conocida como “La Roja”, ha vivido épocas de gloria y momentos de incertidumbre. Después de la histórica trilogía de títulos entre 2008 y 2012 (Eurocopa-Mundial-Eurocopa), la selección entró en una etapa de transición. Sin embargo, en los últimos años, bajo el liderazgo de una nueva generación de talentos y una filosofía renovada, España parece haber recuperado identidad, carácter y ambición.
A pocos meses del próximo Mundial, surge la gran pregunta: ¿Está España preparada para volver a lo más alto del fútbol mundial? ¿Tiene esta generación lo necesario para competir contra las grandes potencias y levantar el trofeo más codiciado?
Un cambio generacional que empieza a dar frutos
El principal sello de esta nueva España es la juventud. Tras el ciclo de los históricos como Casillas, Ramos, Iniesta, Xavi, Piqué o Busquets, la selección ha apostado por una renovación profunda. Figuras como Pedri, Gavi, Lamine Yamal, Nico Williams, Alejandro Balde o Fermín López representan una nueva ola de talento con proyección mundial.
Esta generación no solo aporta frescura, sino también una notable madurez táctica a pesar de su edad. La experiencia adquirida en clubes de élite como el FC Barcelona, el Athletic Club o el Real Madrid les ha permitido asumir responsabilidades en la selección con naturalidad.
Además, la presencia de futbolistas más hechos como Rodri, uno de los mediocentros más dominantes del planeta, o Álvaro Morata, aporta el equilibrio necesario entre juventud e intensidad con liderazgo y experiencia.
La identidad de juego: posesión con propósito
Una de las señas de identidad más claras de España es su estilo de juego basado en la posesión. Este ADN, heredado de la era de Luis Aragonés y Vicente del Bosque, ha sido adaptado a los tiempos modernos. Bajo la dirección de Luis de la Fuente, la selección ha mostrado una evolución hacia un juego más vertical, dinámico y efectivo Casinado.
Ya no se trata únicamente de controlar el balón por largos periodos, sino de utilizar la posesión para crear ventajas, romper líneas y finalizar jugadas con determinación. El equilibrio entre control y verticalidad ha sido clave en los últimos buenos resultados, como el título de la Nations League 2023, que rompió una sequía de trofeos de más de una década.
Puntos fuertes de la selección
- Centro del campo de élite: Rodri, Pedri, Gavi y Fabián Ruiz forman un centro del campo con talento técnico, inteligencia táctica y capacidad para manejar cualquier ritmo de partido.
- Profundidad de plantilla: España cuenta con una amplia gama de alternativas en todas las líneas. Jóvenes como Yamal o Nico Williams ofrecen desborde, mientras que Dani Olmo y Asensio aportan creatividad en tres cuartos de campo.
- Defensa sólida: La zaga, liderada por jugadores como Laporte, Pau Torres o Dani Carvajal, ha demostrado solidez y versatilidad. Además, la llegada de porteros como Unai Simón y David Raya garantiza competencia bajo palos.
- Trabajo táctico y mentalidad ganadora: De la Fuente ha logrado cohesionar al grupo, inculcando una mentalidad competitiva sin perder la esencia del juego combinativo.
Los desafíos que debe superar España
Sin embargo, no todo es perfecto en el camino hacia el Mundial. España aún tiene varios retos que debe afrontar si quiere competir al máximo nivel:
1. Falta de un “9” goleador constante
Aunque Morata ha cumplido con buenos números, la selección sigue echando de menos un delantero con capacidad para marcar diferencias en partidos grandes. Jugadores como Joselu, Borja Iglesias o Ansu Fati no han logrado consolidarse completamente como referencia ofensiva.
2. La presión mediática y las expectativas
El recuerdo de la generación dorada es una doble arma: inspira, pero también pesa. A esta nueva camada se le exige mucho y rápido. El manejo de la presión será clave en fases avanzadas del Mundial, especialmente contra selecciones como Francia, Brasil o Argentina.
3. Eficiencia en zonas decisivas
España tiende a dominar los partidos, pero ha fallado en la efectividad frente al arco rival. Convertir el dominio en goles y cerrar partidos con contundencia será un factor determinante.
Los rivales a batir
El Mundial reunirá a selecciones en gran forma:
- Francia con Mbappé y una generación interminable de talento.
- Argentina, campeona actual, con Messi aún en el horizonte.
- Inglaterra, con una generación joven y madura.
- Brasil, que busca reinventarse tras varios tropiezos.
- Alemania, siempre peligrosa en torneos largos.
España deberá demostrar que está lista no solo para competir, sino para ganarles a los más grandes en instancias decisivas.
¿Y el calendario? ¿Cómo afecta?
El calendario internacional, con partidos de clasificación, amistosos de alto nivel y la Eurocopa 2024 antes del Mundial, servirá como banco de pruebas. Será esencial llegar con un bloque sólido, sin lesiones clave y con automatismos bien trabajados.
Además, el rendimiento en la Euro será un indicativo real de las posibilidades reales de la Roja.
Conclusión: ¿España está lista?
La respuesta corta es: sí, pero con matices. España tiene todo para pelear el Mundial: talento, proyecto, identidad y ambición. Sin embargo, necesita ajustar detalles clave como la definición ofensiva y el temple en partidos cerrados.
Lo cierto es que hay motivos para ilusionarse. Esta generación tiene algo especial: no carga con el peso de la gloria pasada, pero respeta la camiseta. No se sienten obligados a imitar a los campeones de 2010, sino a escribir su propia historia.
Y quizás, solo quizás, el próximo capítulo de esa historia termine con una estrella más sobre el escudo de La Roja.