El monóxido de carbono se emplea en medicina deportiva para medir la masa total de hemoglobina (Hb) y el volumen sanguíneo, ayudando a evaluar la capacidad de transporte de oxígeno en los atletas. Sin embargo, su inhalación excesiva puede causar mareos, náuseas, problemas cardíacos e incluso pérdida de conciencia.
Regulación estricta y excepciones médicas
La UCI ha prohibido la posesión de sistemas comerciales de reinhalación de CO fuera de centros médicos. Esta normativa afecta a ciclistas, equipos y cualquier persona que maneje este equipo en nombre de un corredor.
No obstante, la organización permitirá su uso bajo supervisión médica en instalaciones especializadas y con limitaciones estrictas:
- Solo se permitirá una inhalación de CO para medir la hemoglobina.
- Una segunda inhalación solo podrá realizarse dos semanas después de la primera.
- Los ciclistas de equipos WorldTeams, Women’s WorldTeams y ProTeams deberán registrar toda inhalación de CO en su expediente médico.
¿Dopaje o riesgo para la salud?
Aunque esta prohibición no forma parte del Código Mundial Antidopaje, la UCI ha solicitado a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) que evalúe el uso repetido del monóxido de carbono dentro y fuera de la competición.
Con esta medida, el organismo rector del ciclismo busca evitar prácticas médicas potencialmente dañinas y mantener un deporte más seguro para los corredores.