ZARAGOZA | Carlos Pomares fue anunciado ayer como nuevo futbolista del Real Zaragoza. Es ya el cuarto fichaje de Txema Indias, cuyo último movimiento se resume a partir de la coherencia. Los 4 de Indias (Moyano, Tachi, Rado y Pomares) son futbolistas contrastados, hechos a la medida de la categoría, en plena madurez. Curiosamente todos ellos han sido parte de la rotación en equipos de playoff o de ascenso. Ese perfil encaja también en el último en llegar: Carlos Pomares. El lateral valenciano es un futbolista responsable, disciplinado y profesional. Es, fundamentalmente, un jugador de equipo. Y lo es (aunque nunca haya uno malo) en el mejor sentido del término.
Pomares llega a Zaragoza después de haber sido parte del ascenso del Real Oviedo con 27 encuentros. Su protagonismo descendió a partir de marzo, coincidiendo con la irrupción de Rahim Alhassane. Mantuvo su lugar en el vestuario, convertido ya en un futbolista respetado, con muchos años de fútbol a sus espaldas. Fue un líder racional y honesto. Sensato, capaz de interpretar y explicar el juego y todos sus secretos, Pomares hq sido uno de los grandes portavoces del vestuario, un cómplice ideal para Santi Cazorla. El movimiento fue anunciado por El Periódico de Aragón, en una información que este medio pudo contrastar. Desde Oviedo llegó una pista definitiva: “se va con Sebas”.
Moyano explica también mejor la decisión de Pomares, con el que formó una sociedad interesante en El Tartiere. Más productiva hace dos cursos que en el anterior, el uno logró terminar las frases del otro. De la misma manera, Indias espera cubrir por completo la posición del lateral izquierdo, doblada con dos jugadores que están llenos de diferencias. Tasende es la imaginación y el progreso desde la banda, Pomares el orden y el fútbol medido, aplicado, cabal.
Carlos Pomares: un lateral correcto, un futbolista ejemplar
Paunovic no le vio con un lugar en Primera División y pronto el Zaragoza planeó su contratación. Medió una rescisión de su contrato en El Carlos Tartiere y una propuesta de un curso en el Real Zaragoza que probablemente será uno más en función del cumplimiento de objetivos. Con más de 200 encuentros en Segunda División, Pomares ha contrastado su fútbol en la categoría. No es extraordinario en casi nada, pero hace bien muchas cosas. Entre ellas, ser un jugador esencial en todos sus vestuarios, habituado a partidos de playoff y jornadas de alta tensión.
Su irrupción llegó en el Alboraya, el club de sus primeros recuerdos. Desde allí trazó un camino al fútbol inglés hacia el Sheffield United. Su regreso a España se produjo en Huracán, donde participó en su primera fase de ascenso. A la tercera, que llegó en el Lorca, logró el ascenso a la categoría de plata, el lugar que ha convertido en su sitio de actuación. Levante, Barakaldo, Lorca, Extremadura, Tenerife y Oviedo han sido el resto de sus estaciones en el fútbol.
Hoy llegará a Zaragoza, para prestar sus servicios al equipo de Gabi Fernández y al proyecto de Txema Indias. De momento, el club mantiene una misma línea editorial y cree en un patrón que ha constatado su nivel en la Segunda. La misma pista sigue Carlos Pomares, que no es un jugador único ni excepcional, pero sí un futbolista ejemplar.