ZARAGOZA | El reloj de arena corre para Lluís López. Todo indica que el capitán de este curso del Real Zaragoza no seguirá en la temporada siguiente. El entorno del jugador confirma esa sospecha y salvo un milagro que no se contempla, hoy se espera la oficialidad de un secreto a voces. También el asunto de Kervin Arriaga se da por perdido en las oficinas de Eduardo Ibarra. El contraste se activa en los dos casos: el ruido que ha acompañado el expediente del hondureño, frente al silencio que recorre a Lluís López. La paradoja es que a los dos les espera el mismo final: solo un imposible sobre la bocina les puede retener el Zaragoza.
Lluís López cerrará una etapa de cuatro temporadas en el Real Zaragoza, con 108 partidos. En este tiempo se ha ganado el respeto del vestuario, con un ejercicio habitual de responsabilidad. Esa noción se explica mejor entre bambalinas, en actos invisibles, donde López se sintió este año el hermano mayor de muchos futbolistas. En el césped no ha logrado consagrarse, quizá irregular, esclavo también de un equipo que ha sido demasiados en todas sus temporadas.
Lluís López y una historia de cuatro temporadas
Quizá su mejor curso fue el segundo de todos, cuando logró hacerse con el puesto de Alejandro Francés. El resto del tiempo fue un jugador con claroscuros, que se prestó a una etiqueta y una contradicción. La etiqueta fue la de un jugador poco contundente. La contradicción pareció más visible en sus primeras temporadas que en las últimas: siempre pareció un defensa que sufría en la defensa individual.
López ganó terreno y mejoró en algunos detalles, pero nunca superó los 31 partidos en una misma temporada ni pudo convencer a toda la grada. Tampoco acertó siempre con su mensaje, más allá de que su figura fuera muy apreciada por compañeros, cuerpo técnico y empleados del club. López mejora en las distancias cortas pero su última temporada quedó muy marcada por una lesión muscular, que le impidió vivir más episodios en Zaragoza.
La marcha de Cordero paralizó unas conversaciones que ya se habían iniciado. En el entorno del futbolista esperaba una respuesta diferente a la que se ha vivido en la última semana, más marcada por el silencio que por un discurso frontal. Todo indica, eso sí, que su continuidad ya no se contempla. Para la jornada de hoy se esperan muchas cosas, entre ellas un adiós para Lluís López.